En la actualidad, nos encontramos frente a un sistema de aportes a la seguridad social que ha cambiado ante la necesidad del Estado colombiano de transformar los mecanismos de protección con los que cuenta.
Recientemente, se ha venido concibiendo la idea en el gobierno de implementar un sistema de cotización a seguridad social por horas, como posible solución a los altos niveles de informalidad en el país, lo que permitiría a los empresarios y empleadores en general, contratar los servicios de una persona por periodos inferiores a un día, sin que el trabajador se vea afectado por la desprotección del sistema de seguridad social.
Esta modalidad de flexibilización se ofrecería como una alternativa para contrarrestar los efectos de la informalidad laboral en Colombia, y atraparía a un gran número de potenciales beneficiarios que en este momento, a pesar de ser sujetos productivos, lideran las listas de desempleo e informalidad en el país, y sin expectativa alguna de cumplir con sus prestaciones sociales.
Antes de pensar en las posibles ventajas o desventajas que una implementación de este tipo traería en el mercado laboral local, debemos advertir los resultados obtenidos en otros lugares, como en el caso de Reino Unido, donde la implementación de la contratación laboral por horas ha traído consecuencias negativas, tanto para los ciudadanos como para los inmigrantes, fomentando, en gran medida, la inestabilidad de los trabajadores, quienes son llamados por los empleadores únicamente cuando los necesitan y por periodos de tiempo limitados.
Muchos trabajadores pierden la oportunidad de ser contratados en varios empleos de manera simultánea, porque a pesar de estar legalmente prohibido, a la mayoría se les impone la obligación de estar disponibles las 24 horas para atender a las necesidades de su empleador. Vemos entonces, como lo que en un principio se vislumbró como una herramienta novedosa de flexibilización y movilidad laboral en Reino Unido, se ha convertido un mecanismo que fomenta condiciones laborales precarias.
No obstante, este sistema también tiene múltiples ventajas, pues brinda la oportunidad de realizar aportes a seguridad social por medio de un reporte semanal de horas trabajadas que realiza el empleador, algo parecido a lo que ocurre en Alemania con los llamados “minijobs”, que no son más que trabajos de máximo 15 horas a la semana, con un salario ya establecido, donde el empleador realiza aportes del 30 % sobre el total del salario semanal del trabajador, que siempre dependerá de las horas que este haya trabajado.
Teniendo en cuenta este panorama, vale la pena pensar que esta práctica sería de gran alivio para frenar la tasa desmedida de informalidad laboral que viene afectando año tras año al país, y que al día de hoy asciende a un 48.2 %. Esto traería como resultado, una mayor inclusión de colombianos al sistema de seguridad social, siempre apoyados en una adecuada regulación que permita contrarrestar las posibles externalidades derivadas de esa implementación.
https://seguros.comunicaciones.sura.com/boletin_juridico_seguridad_social_septiembre