Conozca una serie de acciones que harán que su organización no decaiga por un espacio tensionante.
Existen muchas experiencias exitosas de ambientes excelentes para el desarrollo empresarial, como el caso de Google, sus oficinas y prácticas laborales que involucran espacios de diversión, relacionamiento creativo y escenarios para dejar ‘volar la imaginación’ en torno a la producción.
También, en el tema del ambiente laboral cuenta la forma como los directivos y jefes trabajan y se relacionan con sus colaboradores, en lo que el trato interpersonal y profesional marca una diferencia importante, para aportar a la efectiva realización de labores y tareas.
Y es que un escenario operativo o creativo en el que se puedan integrar competencias naturales con buenos espacios es la fórmula perfecta para alcanzar metas, y ser innovadores y competitivos.
Pero existen unas reglas de oro para que esto funcione en un marco de respeto y eficacia.
Hablemos primero de los valores morales positivos, que se traducen actitudes honestas y acciones organizacionales, que hagan que trabajadores y jefes se desarrollen en un ambiente de comportamiento social.
Otro punto es el compromiso con la excelencia, en una organización con un ambiente laboral agradable donde el empleado siente que es importante y que su trabajo es esencial para el engranaje y los resultados de la compañía; se le puede exigir y poner retos altos, a los que él responderá con compromiso y profesionalismo, pues entiende que hace parte del equipo y que él es parte de la solución.
Aunque hay otros aspectos que son importantes, el tema de la comunicación es clave, pues si se presentan situaciones incómodas se deben resolver directamente, evitando tensiones que afecten el rendimiento del grupo o desmejoren la consecución de metas y objetivos empresariales y profesionales.
En verdad, un buen ambiente de trabajo es la matriz de la productividad.