La generación nacida entre principios de los años 80 y de los 2000 se caracteriza por cambiar rápido de trabajo.
Muchas compañías se ven ante el reto de mantener su personal con la más baja rotación posible, pero lo normal es que hoy en día, 4 de cada 10 colaboradores demoren entre 1 o máximo 2 años en su mismo puesto. Entre las razones para esto están:
-Se sienten en trabajos y empresas que no tienen un propósito.
-No desean regirse a los horarios.
-Quieren viajar o estudiar en el exterior.
-Se aburren.
-No les gusta tener a un jefe ‘encima’ todo el tiempo.
-Demandan cambios rápidos en la labor que desempeñan, como aumentos de sueldo o mejores puestos.
Por eso, las organizaciones muchas veces se preocupan de tener programas de capacitación, mantener un buen clima laboral, hasta regalan vales, hacen fiestas, dejan salir más temprano o permiten el teletrabajo como práctica para motivar a sus nuevos empleados. Sin embargo, como una marea que se mantiene, muchas veces no logran retener a sus mejores talentos y ven cómo se les escapan de las manos.
Según Mårten Runow, director de Performia Internacional, compañía que se encarga de mejorar los resultados de productividad en las empresas, la rotación de personal es un problema que está presente en muchas entidades y es más común de lo que parece. Muchos empresarios quisieran saber cómo manejar esta situación. Para el experto, es necesario mejorar en los siguientes aspectos, si se quiere mitigar esta situación:
Baja productividad
La causa de la alta rotación de personal siempre se puede encontrar en la manera en que la compañía funciona. Si a un gerente no le importan sus empleados, entonces siempre habrá gente en masa dejando la empresa. Esto sucede incluso en compañías que ofrecen salarios "muy buenos” o considerablemente altos a sus empleados.
La acción de "cuidar” al personal incluye hacer a la gente más productiva, segura y capacitada. Cuando la productividad es baja en una organización hay muchos problemas, y la alta rotación de personal es uno de ellos.
Esto se encuentra más a menudo en compañías que tratan con gente joven, como call centers, restaurantes, etc. Sin embargo, algunas de esas compañías pueden retener bien su personal, cuidándolo de manera que sea productivo y gane. Sin embargo, muchos administradores en áreas de "alta rotación” simplemente culpan a "la gente”, mientras la siguen perdiendo, lo que obviamente no es lo que hay que hacer.
Hay que ser realista con el tipo de trabajo
Cualquier puesto de trabajo que requiera conocimiento o habilidad suele presentar menos rotación de personal. Esto incluye puestos administrativos y especialistas de todo tipo. En este tipo de trabajos a menudo necesita tener un interés personal en el área antes de que lo contraten para cualquier puesto.
Cuando una persona acepta un trabajo basándose en los prejuicios que tiene sobre este, sin conocerlo realmente, a menudo queda decepcionada; y usa eso como razón para dejar el puesto. Por lo tanto, no tiene sentido hablarles a los empleados potenciales acerca de lo "fácil y divertido” que es un trabajo, cuando en realidad puede que sea más bien todo lo contrario.
La mayoría de personas que toman, por ejemplo, trabajos de limpieza, no piensan que el trabajo es "simple y divertido”. Tienen una imagen más realista de lo que es el trabajo cuando comienzan, lo cual lleva a menos rotación de personal, siempre y cuando la administración de la empresa en la que trabajen haga un trabajo decente.
Por lo tanto, la idea de que aquellos trabajos que la gente considera "aburridos” tienen más rotación de personal, simplemente no es cierta. Basta que un administrador o gerente, o en su defecto, usted, entienda los factores necesarios para una buena retención de personal, y podrá manejar este problema con relativa facilidad en su área.
El plan de choque
1) Dele un propósito más noble que "pagar facturas” a cada empleado, por el cual quiera venir a su empresa.
2) Premie altas estadísticas. Fíjese más en las cosas buenas de sus colaboradores y mencione esas cosas sin crítica a la vez.
3) Felicite a los que lo merezcan en público, y regañe a los que lo necesiten en privado.
4) Ignore en lo posible a las personas que más demandan su atención por traerle problemas y complicaciones. Ellos no la merecen.
5) Invierta en capacitación. Es más costoso un empleado no entrenado en su cargo, que lo que cuesta su entrenamiento.
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