El espíritu navideño y la esperanza de un próspero año nuevo no debe distraer a quien por estos días está sin empleo.
Ese es uno de los mitos en torno a la búsqueda de trabajo que son necesarios derribar para que esa no sea una tarea tortuosa, dice John Badel, gerente de Lee Hecht Harrison para Colombia experto en Gestión de cambio, comunicación y relaciones laborales y consultor senior en programas de Outplacement (asesoría en la reubicación de personal que sale de una compañía por decisiones de negocio).
A la gente le preocupa su suerte laboral en los dos últimos meses del año porque cree que esa posibilidad se aplaza hasta el comienzo del siguiente año.
En el trabajo de intermediación laboral de la firma, el cual conecta a las personas en proceso de encontrar empleo con empresas de cazatalentos, se ha detectado el incremento en el número de reubicaciones porque muchas organizaciones quieren empezar el nuevo año con sus nóminas completas.
Entonces, antes de decir ‘ya no busco este fin de año y me voy de vacaciones’, lo que debe hacer la gente es intensificar su tarea para que, si no encuentra una oportunidad ahora, empiece el nuevo año en el radar de seleccionadores y empleadores que aprovechan una temporada como la de diciembre y enero para capacitar el personal, señala Badel.
En su análisis sobre la búsqueda de trabajo, explica otros mitos entorno a la reubicación laboral, identificados por la experiencia de Lee Hecht Harrison en Outplacement.
El experto desvirtúa la creencia de que quien pierde el empleo por razones de negocio, y no por problemas en su desempeño, piensa que posiblemente bajarán sus condiciones laborales y el nivel de ingresos y que no encontrará uno como el anterior.
“Lo increíble es que el 74 por ciento de las personas que en los últimos tres años ha hecho la transición con nosotros ha igualado o ha mejorado su salario anterior. La gente tiende a ser pesimista”, comenta el experto.
La persona también se desanima cuando los reportes oficiales señalan aumento de la tasa de desempleo. “Sin embargo, lo que nosotros consideramos es que la persona que sigue un proceso ordenado y estructurado en búsqueda de empleo realmente encuentra oportunidades, de tal suerte que en tres años que han pasado del programa, el 86 por ciento de los ejecutivos y profesionales que lo han tomado se han reubicado en los primeros seis meses.
El proceso ordenado para buscar trabajo del que habla John Badel, en nada tiene ver con el envío indiscriminado de hojas de vida, ni con la consulta diaria a los clasificados que publican vacantes.
El experto llama la atención en que es necesario aplicar una metodología para que debería aplicarse en todos los niveles, desde los altos ejecutivos hasta los trabajadores de niveles operativos y auxiliares.
Esa tarea debe enfrentarse como se asume cualquier proyecto: con metas concretas, un tiempo determinado para cumplir el proceso y unos recursos financieros que permitan llegar a feliz término.
“Debo tener unas métricas para saber con cuántas personas voy a hablar, a qué empresas voy a enviar mi hoja de vida o mi comunicación, qué información le puedo transmitir a mis contactos para que finalmente me ayuden a llegar a las empresas donde eventualmente tendrían un interés en mi como profesional”, dice Badel.
Es clave la actitud del que esté vacante. En ese sentido, dice el experto, el desespero y la ansiedad no son los mejores consejeros y se consideran la principal barrera para que se retome el rumbo laboral. Menos funciona pensar que superar los 45 años es un factor en contra para volver al mundo laboral.
Está demostrado que las personas que abordan este proceso con tranquilidad logran reubicarse más rápido. En esto, es importante tener un ‘colchón’ financiero que permita elegir sin afán ni presiones económicas.
Teniendo en cuenta la importancia de lo emocional en la identificación de una nueva oportunidad, lo primero que debe plantearse el buscador es qué quiere hacer con su vida porque puede que sea la hora de explorar una nueva fortaleza profesional, mantenerse en el mismo cargo o independizarse.
Invertir tiempo y acudir a las relaciones profesionales
Las estadísticas señalan que un buscador de empleo exitoso invierte entre 36 y 40 horas a la semana en esa labor. Pero en Colombia, el promedio es de apenas cinco horas.
Esa diferencia lo que demuestra es que los colombianos no saben buscar empleo, a juicio de John Badel.
A lo anterior se suma que el 80 por ciento de las vacantes disponibles no se anuncian.
Después de tener claro qué es lo que quiere luego de salir de una empresa por reestructuración la persona debe planear una estrategia de comunicación con los mensajes y la expectativa que se quiere transmitir y que manifieste claramente los logros y los aportes en la organización que prescindió de sus servicios.
Acto seguido, se debe definir hacia qué empresas dirigir esos esfuerzos.
“Lo que hay que hacer es buscar empresas donde mi perfil sea atractivo y darme a conocer en esas empresas para que se conozca la disponibilidad entre quienes podría ser los potenciales jefes y empleadores. Esa estrategia es muy diferente a la tradicional de ir tras vacantes.
Ir directamente a la empresa que podría requerir los servicios implica hablar con mucha gente, buscar citas, hacer llamadas y compartir cafés y muchos almuerzos con paciencia.
Ese ejercicio es el que, por lo general, pasan por alto los buscadores que se limitan en los primeros días después de quedar cesantes, a llamar amigos y conocidos a quienes les pide una ayuda.
“Nadie le da un trabajo a nadie por lástima, ni yo refiero gente por lástima. Uno refiere a alguien que es bueno. El amiguismo no es el camino sino contactar a las personas que tienen la capacidad de recomendar a la persona porque se desempeña bien, señala John Badel.
La tercera etapa del proceso el buen papel en la entrevista… Es clave que el aspirante demuestre interés en atender las necesidades de la compañía y pueda conectar sus conocimientos y su experiencia a las expectativas de la organización que lo quiere reclutar.
¿QUÉ PASA CON LOS QUE DECIDEN QUE SU CAMINO ES LA INDEPENDENCIA?
Lee Hecht Harrison dice que de cada 100 personas, 9 se van por el camino de la independencia.
Pero de esas 9, más o menos 5 lo abandonan en el proceso de formar su negocio porque les aparece una otra oferta de empleo que les resulta atractiva.
“Entonces, uno se da cuenta de que personas que llevan mucho tiempo en las organizaciones no significa que no puedan ser emprendedoras, pero sí significa que les cuesta mucho trabajo romper el hábito del salario mensual y la seguridad que proporciona una empresa”, señala Badel. También pasa que quienes siguen un proceso ordenado para montar un negocio usualmente lo monta, les va bien, algunos lo dejan andando y deciden reubicarse.
