Por si aun quedaran dudas de que directivos de InterBolsa y aliados suyos planearon la toma de Fabricato a partir de la manipulación de operaciones bursátiles, una serie de correos inéditos pueden despejarlas por completo.
El más importante de ellos se produjo el 12 de octubre de 2012 y solo tuvo una palabra, escrita a manera de exclamación, en tono exultante: “¡ganamos!”. Lo escribió Rodrigo Jaramillo, entonces presidente de la compañía, y sus destinatarios eran Alvaro Tirado, presidente de la comisionista; Juan Felipe Ruiz, gerente de riesgos; Jorge Arabia, vicepresidente del holding empresarial y Tomás Jaramillo, hijo de Rodrigo.
“Si señor; Gracias a Dios salió bien… Ahora el reto es conservar los niveles del precio de la acción y bajar el volumen del repo para ganar la guerra”, respondió Alvaro Tirado.
“¡Y (ahora a) vender la compañía y a salir de eso”, repuso, el mismo tono de júbilo, Jorge Arabia.
¿Qué era lo que celebraban ese día a esa hora, diez de la noche? ¿Cuál era la batalla que habían ganado?”. Los ejecutivos acaban de conocer el más reciente informe de la Bolsa de Valores de Colombia que acreditaba la alta bursatilidad de la acción de Fabricato. El principal motivo de regocijo para ellos es que el mercado no parecía haberse dado cuenta de que el precio de la especie había sido inflado a punta de la constitución de repos sobre repos, la maniobra más carente de ortodoxia de las conocidas hasta entonces en el mercado de capitales.
Los correos tenían categorías amarillas o rojas, que significan la más alta prioridad. Se produjeron, coincidencialmente, el mismo día en que la comisionista estaba luchando por salvarse del inminente naufragio al que habría de llevarla su crisis de iliquidez y en que se producía la triangulación del famoso crédito de la Clínica La Candelaria, operación que involucraba también a la sociedad administradora de inversiones.
Rodrigo Jaramillo se encontraba esa noche en Nueva York y desde allí había seguido, telefónicamente, la marcha de la operación de La Candelaria y había estado a expectativa, mientras asistía a un concierto de cámara, del documento de la Bolsa de Valores.
Tres días después, el lunes 15 de octubre, Tirado pidió una reunión urgente para analizar de manera más reposada la situación. A juzgar por el tono de su mensaje, no minimizaba el ‘logro’ que implicaba tener artificialmente alto el precio de la acción, pero era consciente de que la sociedad comisionista y la compañía toda se resentirían por alto nivel de los repos.
De hecho, en el primero de los cinco puntos de su mensaje lo advertía en estos términos: “El volumen de los repos es alto frente al tamaño de la empresa y frente a lo que el mercado está dispuesto a tolerar como riesgo en una contraparte del sector bursátil, afectando cupos en todo sentido, contrapartes financieras, bancos y clientes en general, lo que también pone en riesgo la capacidad de seguir renovando este volumen de repos t debo decir que no es posible para la SCB (sociedad comisionista de bolsa) mantener este volumen de repos por mucho tiempo”.
Los hechos posteriores indicarían que los ecos de la celebración no permitieron oír las voces de alerta. La comisionista siguió apoyando con créditos y repos a un estrecho círculo de empresarios, representados en su mayoría por el italiano Allesandro Corridori, y la situación se tornó insostenible.
La brasilera Vincunha, que ya había advertido lo que ocurría con la acción de Fabricato, decidió no comprar Fabricato. No aparecieron nuevos postores en el horizonte. La suerte estaba echada: menos de dos meses después la comisionista sería intervenida por la Superintendencia Financiera. Era el principio del fin.
Pese a la existencia de estos correos, obtenidos de manera exclusiva por Dinero.com, todavía algunos de los investigados penalmente se niegan a aceptar el delito más evidente de todos: manipulación de acciones.