En el mercado de valores hay productos complejos que no son para todos.
La quiebra de la sociedad comisionista InterBolsa ha dejado varias enseñanzas
al mercado de valores colombiano, y no solo a las autoridades regulatorias que
entienden que deben ajustar las normas de control, sino a ahorradores e
inversionistas que no comprenden cómo la firma corredora más grande del paÃs
quiebra y deja tras de sà a un buen número de personas con su dinero
embolatado.
Administradores experimentados de inversiones dicen que si bien en el mercado
de capitales existen productos de toda Ãndole, las personas no deben dejarse
llevar por opciones complejas o de alta ingenierÃa financiera porque se pueden
llevar sorpresas desagradables.
Paul Weiss, experto en el mundo de la bolsa de valores, señala que muchas
veces el asesor de inversiones actúa como el médico que le formula al paciente
medicinas o tratamientos que no le sirven, solo porque tiene un compromiso con
un laboratorio en particular para colocar determinado producto en el
mercado.
Es probable que muchas de las vÃctimas de InterBolsa sean ese tipo de
inversionistas, a los que un asesor los convenció de meter su dinero en
productos de los cuales el cliente no tenÃa una idea clara de cómo operaban y,
para completar, nunca preguntó.
El fenómeno de conflicto de intereses del asesor se convierte en un fenómeno
común en el mercado, y va en contra de la normatividad legal.
A esto se suma el hecho de que muchas veces los propios clientes prefieren
dejarse llevar por altas oportunidades de ganancia, sin medir los riesgos y sin
pagar impuestos sobre ella.
“El pecado de muchos consumidores de bolsa es que todos quieren ganar más que
el vecino, sacándole el cuerpo a la tributación, y eso es muy peligroso”, dice
Paul Weiss.
Señala que si no se es conocedor de productos financieros, es mejor elegir
aquellos en los cuales hay varios inversionistas comunes, como las carteras
colectivas, que “son el corrientazo” del mercado de valores y no un menú para
especialistas.
CON GUSTO LOS ASESORAMOS.