Para IFAC, educar y orientar a la próxima generación de contadores públicos garantizará que se mantenga el legado de la contaduría y así se vuelva más esencial.
Sin embargo, el sistema educativo está en crisis y los planes curriculares de estudios muestran lentitud en su evolución.
En el artículo What defines the accountant of tomorrow?, publicado por Alta Prinsloo, CEO de Pan African Federation of Accountants, a través de IFAC, se publica un punto de vista de lo que vendrá para la profesión contable luego de la pandemia, en un ambiente donde se exigirán nuevas habilidades y una mentalidad diferente a lo que durante mucho tiempo se ha considerado como “lo convencional”.
Profesión contable se centra y transforma a través de habilidades
Antes de la pandemia, casi el 80 % de los encuestados que IFAC interrogó, de pequeñas y medianas firmas contables, dijo que la tecnología estaba afectando las funciones contables tradicionales. Sin embargo, después de la pandemia, las aptitudes y habilidades digitales se han convertido en requisitos mínimos.
Dado que el trabajo a distancia se convirtió en rutina y la atención a los clientes a través de Internet fue mejorando con el paso de los meses, varios contadores opinan, sobre la transformación digital, que el futuro se convirtió en el ayer:
La profesión está centrada en las habilidades que facilitan unas relaciones más sólidas con los clientes, un mejor trabajo conjunto interdisciplinar y cada vez más capacidad de resistencia y flexibilidad.
En la encuesta, cuando se preguntó qué habilidades surgieron durante la pandemia, la respuesta fue unánime: la gestión del cambio –la capacidad de prever, dar respuesta y adaptarse a los cambios– es esencial.
En conjunto, las firmas están cambiando el enfoque al pasar de datos de entrada anticuados, tales como horas registradas en la oficina, a datos de salida de alto valor.
Los contadores hoy tienen que ser verdaderos aliados estratégicos, personas con capacidad de solución de problemas y agentes de cambio. Para mantenerse vigentes no solamente deben mostrar números, se les hace un llamado a explicar el panorama más general, lo qué hay detrás de esos números y cifras, para así ayudar a resolver necesidades sociales en medio del proceso.
Entregarles a los futuros contadores habilidades desde la academia
Prinsloo afirma que es imposible hablar de habilidades sin dar una mirada a las futuras generaciones:
El sistema educativo está en crisis y, como muchos académicos me lo han recordado, los planes curriculares de estudios muestran lentitud en su evolución. Aun así, dar a los estudiantes las habilidades indicadas es primordial para el futuro de la profesión.
Para muchas instituciones, la educación presencial sigue siendo la principal prioridad, aun cuando el aprendizaje por Internet está evolucionando.
Independientemente del formato, las universidades están en medio de la tarea de redefinir sus propuestas de valor. La contaduría está compitiendo con otras disciplinas comerciales y está claro que las profesiones que invierten ahora van a salir de la pandemia con una ventaja competitiva.
En lo que respecta a los programas contables específicamente, es posible que esto signifique dirigir la atención hacia los aspectos más integrados y de mayor impacto de la profesión, así como hacia las habilidades que empoderarán a los contadores para cambiar el futuro de las actividades. Como destaca Prinsloo:
Este es un momento crucial. Los contadores son aliados clave en cualquier momento de la vida útil de una organización y ahora tenemos la oportunidad de demostrarlo. Educar y orientar a la próxima generación garantizará que no solamente se mantenga el legado de la contaduría, sino que se vuelva todavía más esencial.
El contador de hoy debe estar listo para dirigir en el mañana
Para IFAC, a medida que la industria evoluciona tras la pandemia, es importante reconocer que el COVID-19 no es el único hecho perturbador en el horizonte. Las crisis ambientales y geopolíticas, por ejemplo, están teniendo cada vez más impacto en la economía y la sociedad.
Por lo anterior, los contadores tienen que estar listos. El artículo concluye diciendo:
Si tomamos las lecciones aprendidas en estos últimos meses y nos comprometemos a afinar las habilidades que mantendrán la vigencia y pertinencia de la industria entre todos los grupos de partes interesadas, zonas geográficas y generaciones, el contador de hoy estará listo para dirigir en el mañana.