Los tenedores de bitcoines en lugar de riqueza acumulan pérdidas del 65% en lo que va del año.
La rentabilidad que otorgó bitcóin durante 2017 desapareció estrepitosamente en los primeros días de enero de este año, dejando atrás las expectativas de continuar su valorización hasta US$40.000 para volver millonarios a los entusiastas que compraron aún con los precios inflados de US$19.000 observados al finalizar el año.
Los promotores bajo las expectativas de supervalorización, tasaron sus posiciones sobre el potencial de retornos futuros, quedando teóricamente millonarios en bitcóin. La verdad es que cuando pasado el tiempo fueron a vender sus bitcoines encontraron que son pobres en dinero de verdad, porque la recuperación nunca llegó y tienen elevadas pérdidas.
Las cotizaciones del bitcóin derraparon desde US$19.800 en diciembre de 2017 a US$5.800 en mayo de este año. En los últimos meses la recuperación solo llegó hasta US$8.400 para desinflarse de nuevo y meterse en un lateral entre US$6.000 y US$7.000 pasando una larga factura a sus tenedores, que por un lado enfrentan una fuerte desvalorización, y por el otro, no tienen expectativas reales de recuperación, porque el volumen de negociación ha caído drásticamente elevando la concentración en pocos tenedores, lo que convierte las fluctuaciones en un juego de suma cero, donde las ganancias de un inversor son necesariamente las pérdidas de otro, puesto que no han entrado nuevos compradores que aporten liquidez y nuevos recursos.
Bitcóin dejo atrás la promesa de ser una moneda digital con inflación controlada con emisión limitada, convirtiéndose en la moneda más inflacionaria del planeta. La explicación es sencilla, la inflación es el aumento generalizado de los precios de los bienes, lo que conlleva a que una moneda pierda capacidad de compra.
En el caso del bitcóin el efecto inflacionario se refleja en la pérdida de capacidad de compra o intercambio por otros activos. Como consecuencia de la pronunciada desvalorización ahora hay que entregar más bitcoines para comprar una misma cesta de activos y en el intercambio por divisas de verdad se recibe muchísimo menos dinero que el entregado para adquirirlos.
Cada unidad de bitcóin ahora tiene una capacidad de compra sustancialmente menor, equivalente a que los precios tasados en bitcóin hubiesen aumentado un 65%, tal y como pasa con la inflación de precios sobre el valor del dinero tradicional.
Además de los obstáculos en regulación, la merma en el volumen de negociación, y la concentración en cada vez menos inversores, el aumento de tasas de interés y la normalización monetaria por parte de la FED en Estados Unidos va a hacer que el precio del bitcóin, igual que otros activos especulativos se contraiga, ya que una parte importante del dinero prestado a tasas de interés bajas fue a parar hacia los activos más riesgosos en busca de un mejor rendimiento, pero ahora que el dólar está apreciándose y los flujos de capital se reversan, los precios de esos activos se resentirán a medida que los inversores los abandonan. Por supuesto las criptodivisas están de primeras en la lista.
Por otro lado, aunque los entusiastas del bitcóin y las criptomonedas se aferran a la idea que la tecnología blockchain representa un valor fundamental, la realidad muestra que una cosa es la tecnología detrás de la validación y generación de bitcoines, y otra muy distinta el valor que pueda tener un activo soportado en dicha tecnología. El ejemplo más cercano fueron las empresas montadas sobre internet.
Si bien internet fue una tecnología disruptiva y representó un salto tecnológico, eso no significó que cualquier negocio montado sobre internet tuviera un verdadero valor y fuera capaz de conservar el capital invertido y entregar una rentabilidad adecuada.
Por eso, luego del boom de internet llegó el pinchazo de la burbuja tecnológica de finales de los 90´s que borró más del 30% del valor del Dow Jones y dejó vivas solo empresas como Amazon, Google, Yahoo y AOL, que tenían un negocio verdadero apoyado en internet.
Finalmente, el costo de la energía es otro factor que desvaloriza el bitcóin, a medida que el precio del petróleo y otros commodities energéticos han subido, los costos de minar bitcoines y de validar las transacciones también lo han hecho, haciendo más cara la negociación e intercambio. Es así como los costos de negociar bitcoines en operaciones especulativas se han elevado provocando la reducción de la liquidez en el mercado y menor volumen de negociación.
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