Además del bajo crecimiento que tuvo el PIB durante el primer trimestre (1,1%), se sumó la caída de uno de los sectores más importantes para la economía nacional: la construcción (-1,4%). De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), dicha reducción se dio por una menor construcción de edificaciones (-7,1%). Entre tanto, las obras civiles crecieron 3,5%.
Para entender la razón de este desaceleramiento, LR consultó con algunos expertos quienes señalaron el impacto de las altas tasas de interés al igual que la Reforma Tributaria en el sector. Así mismo, aunque hay buenas expectativas por el lado de la vivienda social, la construcción no habitacional demoraría más para volver a repuntar y sostenerse en el tiempo.
Luis Aurelio Díaz, gerente general del grupo Oikos, señaló que ambos aspectos, además de que contribuyeron a que disminuyera la capacidad de compra de la gente, “hacen que no pueda endeudarse”, lo cual es fundamental tanto para los compradores como para los constructores. “Desde que el Banco de la República baje las tasas de interés, el segundo semestre será mucho mejor”, agregó Díaz.
Precisamente, si se tiene en cuenta el costo de la construcción de vivienda, la variación durante los cuatro primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2016 fue de 3,73%, es decir, un aumento de 0,87 puntos porcentuales. Allí, los costos que más aumentaron de precio fueron la mano de obra (5,40%) y los materiales (3,04%). Por el lado de los costos de la construcción pesada, la variación fue de 2,75% entre enero y abril de 2017, un aumento de 0,08 puntos porcentuales según indicó el Dane.
Para Sandra Forero, presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), “ la coyuntura actual exige estrategias de política económica que favorezcan la inversión de los hogares y den certidumbre a las firmas para el lanzamiento de nuevos proyectos”.
Sin embargo, desde su perspectiva, el mercado de la construcción se está ajustando “de manera oportuna a las nuevas condiciones económicas, y prevalecen unas expectativas sensatas de recuperación”, destacó Forero.
De hecho, señaló que en los cuatro primeros meses del año, la inversión en vivienda nueva se mantuvo por encima de su promedio histórico, pese a una reducción de 5.5% frente al mismo periodo de 2016.
De igual forma, en número de viviendas, Forero contó que se han comercializado 58.000 viviendas “donde se destaca el segmento de vivienda de interés social con 18.800 unidades y un crecimiento de 6,4%”.
A propósito de la vivienda de interés social, la ministra Elsa Noguera indicó que tuvo un incremento de 1,6%. Por ejemplo se refirió a que las ventas de viviendas que entran en el rango de precios del programa Mi Casa Ya que crecieron 6,4%. “Esto significa que, a pesar de los ajustes propios del ciclo económico, la vivienda social sigue con un excelente comportamiento”, afirmó Noguera.
Otro aspecto que también es esperanzador para el sector de la construcción está relacionado con el aumento de las licencias. Según el Dane, entre enero y marzo de 2017, el área total licenciada para la construcción fue de 5,5 millones de metros cuadrados y tuvo una variación de 2,9% respecto al mismo periodo del año anterior. Para el caso puntual de las viviendas, aumentaron en 7%.
Sin embargo, según Sandra Forero, “la construcción no residencial, seguramente tomará más tiempo para repuntar de manera sostenida, en particular por el gran crecimiento observado en los últimos años y los ajustes observados en proyectos para el comercio y las oficinas”. Esto, teniendo en cuenta también que, según Camacol, en la construcción no residencial, el primer trimestre del año se iniciaron de 1.124.000 metros cuadrados, con una variación de 0,8%.
Con todo este panorama, Forero no dudó en afirmar que hay buenas expectativas “y ya se tienen señales que ayudarán a mejorar ese comportamiento en los próximos trimestres”, sobre todo en relación con la “senda decreciente de la inflación y la normalización de la política monetaria”.
Forero también mencionó que el sector de la construcción espera que los presupuestos municipales “inyecten una demanda adicional en el futuro inmediato, y se consoliden oportunamente las demás apuestas de inversión pública”. Cabe agregar que las obras civiles tuvieron una variación de 3,3% en el primer trimestre del año y se espera que se mantenga.
Balance del sector durante 2016
Para la presidenta de Camacol, 2016 fue un año de crecimiento en el valor agregado de la actividad edificadora. Al cierre del año, el PIB del sector registró un crecimiento de 6%, asociado a una inversión de $32,5 billones en comercialización de vivienda nueva y al inicio de construcción de 143.000 unidades habitacionales. También jugó a favor el inicio de 5,2 millones de metros cuadrados en construcciones no residenciales. Pero, desde mediados de 2016, la tendencia alcista en los tipos de interés, la menor generación de empleo y menor consumo e inversión en los hogares ha afectado al sector.
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