Las discusiones entre Gobierno, empresarios y centrales obreras le apuntan a que el salario mínimo legal para el próximo año podría quedar rondando los $700.000 mensuales con una variación entre 6% y 8% respecto a 2015. La duda que le queda a 1,25 millones de colombianos cuyo único ingreso será el monto mencionado es qué tanto podrán cubrir de sus necesidades básicas con este.
En primer lugar cabe destacar que según varios estudios económicos el costo de la canasta familiar duplica la remuneración mínima legal ($1,3 millones mensuales), lo que ha llevado a los analistas a concluir que es indispensable que en un hogar trabajen dos personas para acceder a lo necesario.
Ni qué decir de esta relación si se mira frente a gastos adicionales no contemplados, como las multas de tránsito, que pueden equipararse al mínimo. Por ejemplo, a inicios de año se determinó que la infracción por pasarse el semáforo en rojo, amarillo, intermitente o no respetar la señal de Pare es de $644.300.
De acuerdo con la ponderación bajo la cual el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) calcula el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los 176 bienes y servicios que demanda un hogar al que más se destina presupuesto es al arriendo. Cada mes más de 18% del ingreso se compromete a este fin.
De hecho, el grupo de vivienda se lleva buena parte de la participación si se le suman los servicios de telefonía (3%), electricidad (2,9%) y acueducto/alcantarillado (2,5%), alcanzando un peso de 27%.
Pero no es el único. En la categoría de transporte también hay gastos importantes. En promedio una persona que tiene vehículo debe destinar 4,4% de su salario al mantenimiento del mismo sin contar el combustible, que representa 2,9% adicional. Lo anterior es equivalente a las compras en carne de res, arroz, leche y pollo para un mes, siendo estos los principales productos del grupo de alimentos.
En un ejercicio similar que hace el Banco de la República de acuerdo a los reporte de estabilidad financiera se concluye que los hogares colombianos invierten $22 de cada $100 de sus ingresos para pagar interés y deuda de capital en créditos al sistema financiero.
Sin embargo, para créditos como el de vivienda la cuota mensual puede incluso exceder un salario mínimo de acuerdo con los simuladores de crédito de las entidades financieras por lo que no alcanzaría para más.
Lo anterior ha llevado a muchos analistas a considerar las falencias en el cálculo, a pesar de que otros argumentan desequilibrios en la economía si el incremento llegara a ser superior.
Por ejemplo, el presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Julio Roberto Gómez, cuestionó que el ingreso de una persona sea menor al costo de la canasta familiar, dado que esto no solo implica que queden necesidades insatisfechas, sino que también impide que se puedan destinar recursos al entretenimiento.
Por su parte, el director de Fedesarrollo, Leonardo Villar, insistió en la necesidad de implementar el salario mínimo diferencial por regiones, dado que “cada ciudad tiene una productividad distinta” como una fórmula para reducir el desempleo y la informalidad. Esto se evidencia en el Índice de Precios al Consumidor, cuya variación fue de 0,37% para Cali en noviembre pero en ciudades como Neiva y Santa Marta se ubicaron por encima de 0,60%.