Los alimentos fueron los que más contribuyeron a esta alza su variación es la más alta desde 2009.
El aumento de los precios de los productos y servicios de la canasta familiar no parece tan temporal como creían los analistas el mes pasado, cuando la estadística reflejó los gastos escolares de febrero.
En marzo, presionado por el alto precio de los alimentos, el costo de vida tuvo un incremento de 0,59 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior. Si bien esa cifra fue menor a la registrada en febrero (1,15 por ciento), el acumulado en los 12 meses corridos se ubicó en 4,56 por ciento, un indicador que no solo está por encima del rango meta que tiene el Banco de la República (entre 2 y 4 por ciento), sino que supone casi el doble de lo registrado hace un año: 2,25 por ciento.
Además, según precisó el grupo Bancolombia, “es el nivel más alto observado desde mayo del 2009, cuando la inflación anual se ubicó en 4,77 por ciento”. Y también es un número cercano a la proporción en la que subió el salario mínimo (4,6 por ciento).
Desde todos los ángulos, la inflación continúa disparada, porque, solo en lo corrido del año (de enero a marzo), el incremento acumulado del costo de vida fue de 2,4 por ciento, mientras que un año atrás apenas era de 1,52 por ciento. Los alimentos, que fueron los que más contribuyeron al alza de los precios, suman una variación anual de 7,36 por ciento, la más elevada desde inicios del 2009, en plena crisis económica mundial.
En marzo se destacó la fuerte subida del precio de productos como el tomate de árbol (19,84 por ciento); la papa (14,41) y la cebolla (9,45 por ciento). En el tercer mes del año, la salud y las comunicaciones fueron los siguientes gastos más abultados para los hogares. El primero registró una inflación del 1 por ciento y el segundo, una de 0,91, mientras que las demás piezas de la canasta familiar –vivienda (0,58 %), vestuario (0,21), educación (0,03) y transporte (-0,15 %)– registraron una inflación menor al promedio.
