El aumento del IVA en uno o dos puntos, acabar el impuesto del 4 x 1.000 y regresar al 2 x 1.000, reestructurar la reforma tributaria desde el impuesto al patrimonio y un mayor control a la evasión fiscal, fueron las principales propuestas al Gobierno expuestas ayer por los panelistas que participaron en el conversatorio sobre qué tan conveniente es gravar el capital en un país donde es escaso, en la 49 Convención Bancaria.
En la charla moderada por el exdirector del Banco de la República, Roberto Junguito Bonnet, intervinieron, el socio investigador de Fedesarrollo, Roberto Steiner Sampedro; los exministros de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla Barrera, Luis Fernando Alarcón y Guillermo Perry Rubio, y el director de la Dian y exministro de Comercio Exterior, Industria y Turismo, Santiago Rojas Arroyo.
Uno de los puntos en los que hubo coincidencia fue el incremento de uno o dos puntos del Impuesto al Valor Agregado (IVA), actualmente de 16%, e idear una devolución para los estratos bajos. Según Rojas, jefe de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), un punto más en este gravamen significaría $2 billones anuales para el país.
Steiner es partidario de que los recursos generados sean devueltos a las clases 1 y 2 en efectivo. Perry, cree que deben ser destinados a programas de primera infancia y de cobertura de educación básica. “Aquí se volvió imposible hablar del IVA, que es la base de toda recaudación y no es un impuesto progresivo, pero puede serlo si lo recaudado se invierte de manera progresiva”, dijo el segundo, también exministro de Minas y Energía.
En la reestructuración de la última Reforma Tributaria, el consenso giró en torno a que no es necesario impulsar una nueva norma, pero sí “hacerle ajustes” a la que entró en vigencia en enero del año pasado. “Es una pena que en la Reforma Tributaria se haya vuelto un numeral, algo más para mencionar, a pesar de su trasfondo e importancia para el país”, cuestionó Carrasquilla.
Uno de los retoques sería que los impuestos directos al patrimonio sean gravados a la población y no a las empresas. En los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), 80% de los tributos al patrimonio es asumida por sus habitantes. En Colombia ocurre lo contrario.
“El impuesto al patrimonio de las empresas no puede continuar. Hoy son 30.000 personas naturales quienes los pagan, pero este impuesto excluye las participaciones, las acciones y la vivienda. Es decir, es contra el patrimonio, pero al tiempo lo excluye”, advirtió Steiner, también miembro de la junta directiva de Ecopetrol.
2 x 1.000 y evasión fiscal
El exministro Guillermo Perry afirmó que uno de los errores del Estado fue subir el impuesto del 2 x 1.000, al punto de tenerlo hoy en 4 x 1.000. Según él, lo más conveniente para la economía nacional regresar al primero, pero con tasas de intermediación más alta para solucionar la falta de efectivo en el mercado.
Otra de las propuestas surgidas en el panel fue el pedido a que la Dian aumente los controles a las evasiones fiscales, por intermedio de cuentas en otros países y paraísos fiscales. Un problema que al país le representa un hueco de entre US$20.000 millones y US$50.000 millones para las arcas públicas, de acuerdo con Rojas. “Después de que se logre una cultura por la declaración de renta, que esta sea fácil y se aprenda a hacerlo de manera honesta, debemos pensar en la penalización de la evasión”, instó el director de la Dian.
Se prolongará el 4 x 1.000 y el impuesto al patrimonio
En la clausura de la 49 Convención Bancaria, el presidente Juan Manuel Santos insistió en que su Gobierno prolongará el 4 x 1.000 y al patrimonio. “Necesitamos esos recursos. El desmonte de este impuesto no deja de estar en el panorama, pero por ahora no será”. Anunció además que el sector financiero será importante para lograr que en 2018 el país haya aumentado el ingreso per cápita, de US$8.200 a US$11.200; bajar el desempleo a 7,5%, lo que equivale a crear 2 millones de empleos nuevos; que la inversión local pase de ser 30% a 32% del PIB, y bajar la pobreza de 30% a 25%, y la pobreza extrema de 10% a 5%.
