Jorge Infante habla sobre la autorización que recibió Juan Felipe Ruiz de la Superfinanciera
Indagan transacciones por $ 36.000 millones provinientes de las firmas Biomax y Dicorp.
Una de las transacciones que tiene enredados penalmente a las cabezas de
Interbolsa es la triangulación de 79 mil millones con la Clínica Candenaria. Se reveló que se trató de un préstamo simulado que buscaba sacar plata de su
Sociedad Administradora de Inversiones (SAI) para inyectársela a su moribunda
holding.
Pero esa no es la única transacción que la SAI deberá explicar. La
Superfinanciera y la Fiscalía indagan dos desembolsos, por 36 mil millones, que
también se hicieron días antes de que el grupo se desmoronara.
Uno de estos fue impulsado por Valores Incorporados, filial del polémico
Fondo Premium de Curazao.
El 11 de octubre de 2012, esa firma le pidió a la SAI de Interbolsa que le
comprara 8.406 millones que tenía en pagarés de la empresa Diana Corporación
S.A. (Dicorp).
Los títulos los recibió inicialmente Porthos, inmobiliaria controlada por
Tomás Jaramillo, Juan Carlos Ortiz y Víctor Maldonado, protagonistas centrales
de este escándalo bursátil.
El 17 de octubre, la cartera colectiva de la SAI le desembolsó el dinero a
Valores Incorporados y este, a su vez, le hizo dos giros por un valor casi
idéntico a la holding.
“Es claro que, de manera indirecta e irregular, se destinaron recursos de la
cartera colectiva de la SAI para el apoyo de liquidez de la matriz ”, dice un
informe en poder de la Fiscalía.
Dicorp dijo que en la transacción inicial no aparecía
Interbolsa y que luego supieron que la obligación había pasado a la SAI, a la
que ya le han pagado la mayor parte del dinero.
El caso
Biomax
La segunda transacción bajo la lupa corresponde al descuento, por 28.000
millones de pesos, de los dividendos futuros que iban a recibir tres socios de
la firma Biomax: Insdustrias Líderes S.A., Pedro Emilio Sánchez Benitez y
BlueSkyYield.
Sánchez pidió que esa plata fuera consignada en la cuenta de Industrias
Líderes en la SAI. Ocho días después, esa empresa le consignó a la holding 20.
500 millones. ¿Por qué piden prestados 28 mil millones y luego giran una suma
similar?
“Se trata de transacciones independientes”, aseguraron voceros de Biomax. Y
agregaron que la prueba es que ya le pagaron a la SAI pero Interbolsa no les ha
devuelto su plata.
Al respecto, Jorge Infante, cabeza de la SAI, defendió la legalidad y
conveniencia de la compra de esas carteras a las que calificó de sanas. Y dijo
que es a Valores Incorporados y a Biomax a los que les corresponde explicar los
posteriores giros. En todo caso, la Fiscalía le pedirá a las cabezas de
Interbolsa que sustenten su legalidad.
¿Quién autorizó el
giro de la Candelaria?
Acta
de la SAi confirma que su propia junta le dio el visto bueno
Jorge Infante, presidente de la SAI de Interbolsa, le dijo en video a la
Supersociedades y ratificó que tenía entendido, que la
polémica transacción con la Clínica Candelaria había recibido el visto bueno de
la Superfinanciera. Según él, eso les dijo –el 11 y 12 de octubre de 2012– Juan
Felipe Ruiz, miembro de su junta y director de riesgo de la holding. Pero
admitió que Ruiz nunca les identificó quien, supuesta- mente lo autorizó y que
ese visto bueno no era necesario. De hecho, hay un acta del Comité de
Inversiones de la SAI, del 9 de octubre, en donde ya estaba aprobado el giro.
Pero, según Infante, esa acta se cerró días después, cuando llegó el supuesto
visto bueno y no lo incluyeron por un posible olvido y porque siempre actuaron
de buena fe.