La Ocde señala que los recortes del gasto público afectarían el balance entre hombres y mujeres.
Las políticas de austeridad de algunos países de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) para luchar contra la crisis
podrían “agravar aún más” la situación de las mujeres en el mercado laboral
durante los próximos años, señaló el organismo multilateral en un informe.
“En algunos países, la política de austeridad y el reajuste de los esfuerzos
para el retorno al empleo de las personas sin trabajo a causa de la crisis
podrían hacer que la cuestión de la igualdad hombres-mujeres fuese menos
prioritaria” en cuanto a salarios y condiciones de trabajo, afirma la OCDE.
Sin embargo, el trabajo femenino es un factor de desarrollo económico,
destaca esta organización, pues, según sus cálculos, una convergencia total de
las tasas de actividad de los hombres y las mujeres permitiría aumentar el PIB
en 12 por ciento, en un plazo de 20 años.
Además, la Ocde considera en su informe que “la reducción de los gastos
públicos que debilitan las políticas familiares puede ser perjudicial para las
mujeres, sobre todo para las madres solas”.
Además, “las reducciones de puestos de trabajo en el sector público (donde
las mujeres son numerosas), anunciadas o ya realizadas en varios países,
agravarán aún más la situación de las mujeres en el mercado laboral durante los
próximos años”, señala este texto publicado ayer.
El reporte expresa el temor ante un “efecto de desánimo (...) en particular
entre mujeres con un buen nivel de estudios y que, ante un empeoramiento de la
situación económica, podrían decidir renunciar a su actividad económica”.
EFECTO DE LAS AYUDAS
Inversamente, “los programas públicos de reactivación tienen como objetivo
esencial reducir el efecto de las pérdidas de empleos en sectores que son
mayoritariamente masculinos (industria manufacturera, por ejemplo)”, señala el
texto.
Sin embargo, durante el periodo 2008-2009, el empleo de las mujeres se vio
inicialmente menos afectado que el de los hombres, que “sufrieron más duramente
el aumento inicial del desempleo”, mientras que “en los peores momentos de la
crisis las tasas de desempleo de las mujeres eran en promedio ligeramente
inferiores a las de los hombres”.
Luego, “en el 2009, los progresos conseguidos en el ámbito del desempleo, en
un contexto de crisis, comenzaron a invertirse: el índice de desempleo de las
mujeres siguió subiendo mientras que el de los hombres disminuía o aumentaba
menos rápidamente”.
“Las recesiones precedentes parecen mostrar que si bien los hombres tenían
más posibilidades de perder su empleo en un primer momento, y en proporciones
más importantes, tienen, en cambio, más oportunidades de encontrar otro trabajo
cuando la economía se recupera”, explica la Ocde, que también presentó un
reporte sobre los salarios.