Imagina que Claudia, contadora independiente en Medellín, se entera de que podría bastar el título profesional para inscribirse como contador público, sin que importe su experiencia práctica real. Esa posibilidad la inquieta: ¿se degradará el prestigio del ejercicio contable? En su empresa, Juan Carlos, gerente de una pyme, también teme que esa flexibilización afecte la credibilidad frente a bancos, socios y entes de control. Ese escenario es real: la Junta Central de Contadores advierte riesgos en el Proyecto de Ley 189 de 2024C. En este artículo, abordamos los puntos críticos señalados por la JCC, qué impactos podrían tener para contadores, empresas y la profesión, junto con ejemplos reales y recomendaciones prácticas. Construyendo un mundo donde la contabilidad sea garantía de confianza, te invito a profundizar.
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Cuando ejerzo como revisora fiscal, asesoro empresas o doy clases a jóvenes contadores, una pregunta resuena: ¿cómo protegeremos la calidad profesional si se debilita el acceso al registro como contador público? Esa inquietud surge con el Proyecto de Ley 189 de 2024C, que la Junta Central de Contadores (JCC) ha analizado técnicamente y del cual ha emitido una advertencia clara: sus implicaciones podrían afectar la idoneidad, la confianza pública y la esencia de la profesión contable.
Desde mi experiencia de más de 30 años como contadora pública, revisora fiscal y asesora tributaria, me preocupa cuando el legislador pretende modificar requisitos cruciales sin calibrar consecuencias reales. En este caso, la JCC fue citada en audiencia pública por la Cámara de Representantes para presentar su concepto técnico sobre la iniciativa legislativa.
Diagnóstico del peligro latente
La JCC identifica tres puntos críticos que, en conjunto, pueden minar la calidad profesional:
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Omisión del momento en que debe adquirirse la experiencia profesional. Si no se delimita el periodo o etapa específica para que el contador desarrolle experiencia relacionada, podría permitirse que se cumpla con experiencia administrativa no contable, diluyendo la esencia del rol contable.
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Reconocimiento de actividades administrativas o económicas como experiencia válida. Aquí está el riesgo de que funciones puramente gerenciales, logísticas u operativas se consideren como experiencia contable. Eso debilita la vinculación directa con el ejercicio contable.
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Redundancia normativa o contradicción normativa. El proyecto pretende incluir disposiciones ya contempladas en legislación vigente (Ley 43 de 1990, D-0035 de 2024, entre otras), lo que genera confusión y potenciales solapamientos normativos.
Para la JCC, esta reforma es inconveniente porque podría degradar los estándares de idoneidad y confianza que acompañan la contaduría pública. La profesión no puede reducirse solo a tener un título habilitante; conlleva fe pública, responsabilidad y rigor profesional.
Causas, contexto y motivaciones
¿Por qué se propone esta flexibilización? Algunos factores pueden señalarse:
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Presión por ampliar el acceso a la profesión, sobre todo en zonas donde faltan contadores registrados.
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Intento de “modernizar” la regulación, haciéndola menos rígida.
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Responder a críticas de que los requisitos actuales limitan la entrada de profesionales jóvenes o con trayectoria administrativa.
Pero todo cambio regulatorio debe hacerse con prudencia, especialmente cuando hablamos de profesiones con impacto público. Por eso es imprescindible contrastar con experiencias internacionales.
Comparativo internacional
Para dimensionar el riesgo, veamos cómo regulan el registro contable otros países:
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México: exige exámenes de certificación profesional y normas específicas de idoneidad.
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Brasil: exige registro profesional en órganos regionales del consejo contable con requisitos de experiencia.
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España: tiene colegios oficiales que regulan la entrada, exigencia de formación continua y control disciplinario.
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Canadá: para el CPA (Chartered Professional Accountant), se exige examen nacional y experiencia supervisada ligada al entorno contable.
Estos estándares refuerzan la idea de que abrir demasiado la puerta sin control puede generar pérdida de confianza. La JCC alude precisamente a estos países para argumentar que estándares rigurosos no son “excesos”, sino salvaguardas.
Casos prácticos – escenarios reales
Escenario Pyme
María es gerente operativa de una empresa de manufactura en Pereira. Contrata a Juan, recién graduado como contador, con la expectativa de que gestione impuestos, estados financieros y control interno. Si Juan no ha pasado por prácticas contables reales y tiene solo experiencia administrativa, podría cometer errores fiscales graves. Si esta reforma permite que esas trayectorias cuenten como experiencia contable, María asume riesgos tributarios, sanciones y errores de reporte.
Escenario independiente
Luis es contador autónomo en Bucaramanga. Ha construido reputación de rigor técnico y asesoría confiable. Si en el mercado comienzan a aparecer “contadores registrados” con experiencia administrativa pero poco conocimiento contable, la competencia basada en precio y no calidad puede erosionar su valor profesional.
Escenario empresa mediana
La empresa Soluciones Andina S.A. tiene clientes bancarios que exigen certificado emitido por contador público inscrito. Si la reforma debilita los requisitos para este registro, podría haber cuestionamientos al reporte financiero y afectación frente a entidades vigiladoras o inversionistas.
Consecuencias previstas si avanza la ley
Estas son algunas de las consecuencias más probables:
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Disminución de la confianza del público, clientes e instituciones en los contadores registrados.
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Aumento del riesgo de malas prácticas contables, errores o fraude.
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Desvalorización de la formación contable especializada.
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Conflictos normativos, pues normas vigentes ya reconocen experiencia contable legítima (Ley 43 de 1990, Resolución D-0035 de 2024).
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Obstáculos para entes de control (DIAN, Supersociedades, UGPP) al definir estándares mínimos de idoneidad.
Recomendaciones prácticas para contadores, empresarios y pymes
Para contadores y profesionales
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Participa en las audiencias públicas, presenta comentarios técnicos fundamentados.
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Forma alianzas con colegios, asociaciones profesionales y la JCC para defender estándares.
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Mantén formación continua y evidencia tu experiencia práctica con casos reales, para distinguirte.
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Si el proyecto avanza, exige claridad normativa precisa sobre cómo se entiende “experiencia contable”.
Para empresas, pymes y clientes
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Exige certificación y registro del contador que contrates como público.
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Solicita experiencia real (proyectos, auditorías, asesoría) además del título.
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Al contratar servicios contables, presiona porque se mantenga la integridad profesional.
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Documenta tus requerimientos y compromisos con el profesional.
Cómo Mi Contabilidad puede acompañarte en este desafío
Desde Mi Contabilidad, lanzamos una propuesta estratégica para contrarrestar riesgos emergentes:
Así, no solo blindas tu ejercicio contable frente a posibles reformas, sino que construyes reputación y credibilidad sostenibles en el tiempo. La contabilidad no es solo números, es la base para decisiones sólidas y sostenibles.
Historias de éxito que hablan mejor
Por ejemplo, hace tres años trabajamos con la empresa AgroSol del Tolima. El contador interno tenía experiencia administrativa, pero poca práctica contable. Implementamos un plan de capacitación, evidenciación de trabajos contables reales y acompañamiento técnico. Al cabo de un año, el cliente logró certificaciones bancarias y aumentó su confianza ante entidades de control. Hoy esa empresa opera con revisoría fiscal y ha fortalecido su gobierno corporativo.
Otro cliente fue la microempresa Diseño Creativo SAS en Manizales. Su contador partía de un perfil generalista. Con nuestro apoyo, documentó prácticas profesionales contables, optimizó sus procesos NIIF y logró presentarse de forma destacada en licitaciones que requerían registro profesional. En el mercado mejoró percepción y tarifas.
Estas historias reflejan que con acompañamiento estratégico –no improvisado– se pueden sortear amenazas regulatorias y salir fortalecido.
Algunos riesgos comunes que pasan desapercibidos
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Contar “experiencia administrativa” como equivalente a contable, sin respaldo documental.
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No tener evidencia concreta del tipo de tareas contables realizadas (informes, ajustes, conciliaciones).
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Desalineación entre el título profesional y la práctica contable efectiva.
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Falta de control interno, lo que se vuelve más grave si formación y experiencia se relativizan.
Con mi rol de contadora pública y revisora fiscal experta, y con el apoyo estratégico de Julio César Moreno Duque en automatización tecnológica, enfatizo: el cambio normativo no debe socavar la calidad profesional. Integrar formación, evidencia práctica y respaldo técnico es el modo de responder con autoridad.
Si hoy solucionas este problema con nosotros, seguiremos acompañándote para que no vuelva a ocurrir.
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