En 2020, seis de cada diez empresas estaban en proceso de adopción del teletrabajo.
Para Daniel Jaramillo, esta modalidad es una política de protección del empleo idónea en medio del COVID-19.
Pilar Ibáñez dice que los empleadores deben aplicarlo paulatinamente para que las personas acepten el cambio.
Con la llegada del COVID-19 y las restricciones de movilidad, el teletrabajo se consolidó en Colombia como modalidad laboral, logrando que en el año anterior 209.173 empleados se convirtieran en teletrabajadores, fomentando un incremento del 71 % respecto a 2018, cuando habían 122.278.
El anterior es uno de los resultados revelados por el Quinto estudio de penetración y percepción en empresas colombianas 2020, presentado por el viceministro de Transformación Digital, Iván Durán, el 1 de septiembre de 2021.
Al respecto, Durán manifestó que el trabajo remoto, en sus diferentes modalidades, transformó la vida de los trabajadores y las empresas; se convirtió en un recurso que les ha permitido a muchas compañías no caer en bancarrota. También ha servido de impulso para que den el paso hacia lo digital y a un uso más flexible del tiempo:
El mundo ha cambiado y la forma de trabajar no será la misma que teníamos antes de la pandemia. Las personas volverán a las oficinas, pero es claro que habrá una dinámica más flexible, pues las empresas se dieron cuenta de que las personas pueden ser productivas estando en casa y manejando su tiempo.
El estudio presenta que, al interior de las empresas, las áreas administrativas y financieras duplicaron su adopción de teletrabajo entre 2018 y 2020, pasando de 44 % a 80 %.
Así se potencializó el teletrabajo por la pandemia
El año inmediatamente anterior, 4 de cada 10 empresas en Colombia habían implementado el trabajo remoto. Además, 6 de cada 10 empresas estaban en proceso de adopción del teletrabajo, representando el 56 % de la muestra y con un aumento de un punto porcentual frente al resultado de 2018.
De igual forma, el 25 % de las compañías estaban haciendo pruebas piloto para la implementación del teletrabajo, mientras que en 2018 la cifra era de 22 % y en 2014 esta llegaba al 21 %.
El 91 % de las compañías encuestadas respondió que adoptó el trabajo a distancia ya que fue la única opción durante la emergencia sanitaria.
Además, 4 de cada 10 empresas estaba dispuesta a migrar al modelo formal de teletrabajo, mientras que antes de la pandemia 7 de cada 10 empresas no habían considerado adoptar esta modalidad.
De las empresas que no han implementado el teletrabajo, 3 de cada 10 estarían dispuestas a adoptarlo en los próximos dos años, principalmente debido a su actividad económica.
Un modelo idóneo para proteger el empleo
Desde el punto de vista de Daniel Jaramillo Jassir, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, el crecimiento exacerbado de esta modalidad laboral se debe a las políticas de contención del COVID-19:
Se ha visto que estos modelos de trabajo a distancia son idóneos como política de protección del empleo en contextos como el que vivimos de crisis económica y sanitaria.
Para él, si bien hay una demanda de mantener la política de distanciamiento social y el trabajo a distancia, por la reducción de costos en traslado y mantenimiento de las empresas, estas tienen un gran reto en llevar a la casa la política de seguridad y salud en el trabajo, los derechos de conexión con el mundo laboral, la limitación de la jornada y la limitación de la vida personal y laboral.
Formación en competencias para el teletrabajo, y acompañamiento y estrategias que facilitan su implementación
“el acompañamiento y el asesoramiento son claves para impulsar la adopción formal del teletrabajo, y deben ser el incentivo principal que el Gobierno debe dar para promover su adopción”
Sobre este último punto, el 35 % de los encuestados dijo que el acompañamiento y el asesoramiento son claves para impulsar la adopción formal del teletrabajo, y deben ser el incentivo principal que el Gobierno debe dar para promover su adopción.
Asimismo, el 73 % opina que la implementación de sistemas de monitoreo, la formación en competencias para el teletrabajo y el acompañamiento son estrategias que facilitan la implementación de esta modalidad.
Recalca Pilar Ibáñez, consultora en bienestar organizacional:
El paso a seguir para las empresas es formalizar el teletrabajo, porque ahora se hace de manera informal. Tienen que conocer los estándares que pide la norma, hacer una aplicación paulatina para que las personas acepten el cambio positivamente, y asegurar la salud física y mental de los empleados.
Para recordar
El Gobierno nacional promulgó la Ley 2088 del 12 de mayo de 2021, con la que se regula la habilitación de trabajo en casa como una forma de prestación del servicio en situaciones ocasionales, excepcionales o especiales, que se presenten en el marco de una relación laboral, legal y reglamentaria con el Estado o con el sector privado, sin que conlleve variación de las condiciones laborales establecidas o pactadas al inicio de la relación laboral.