Los fondos de pensiones no son la herramienta para enfrentar la coyuntura del COVID-19, menos cuando el retiro anticipado de los ahorros no ha tenido una correcta focalización.
Para la Fiap, esto va en contravía del objetivo de incentivar el ahorro voluntario para cubrir las necesidades de la vejez.
Incrementar el ahorro voluntario pensional y ajustar las edades de pensión son dos estrategias que, desde el punto de vista de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones –Fiap–, servirían para compensar el aumento de las expectativas de vida, la disminución de las tasas de interés, la rentabilidad de las inversiones y los altos niveles de informalidad.
Por lo anterior, en algunos países se han presentado iniciativas que elevan la tasa de contribución a los sistemas de pensiones, los cuales durante años se han mantenido en niveles cercanos a la mitad frente al promedio de los países de la OCDE, y se han propuesto nuevas formas de aportar al sistema de pensiones.
Sin embargo, al tiempo que se busca aumentar el ahorro, la mayoría de los países sudamericanos, excepto Uruguay, han planteado el retiro anticipado de los fondos previsionales para enfrentar los efectos de la pandemia, punto que es analizado por la Fiap en El retiro de fondos de pensiones ante el COVID-19, publicado el 4 de noviembre de 2020.
La situación en los países vecinos
«En el caso de Chile, el retiro del 10 % significó que el 17 % de los afiliados quedaran sin fondos en sus cuentas individuales, y si se materializa un segundo retiro se estima que cerca de un 38 % quedará en la misma situación. El total retirado podría llegar a más de USD 34 mil millones, el equivalente a un 17 % del valor total de los fondos de pensiones», describe la entidad.
En Perú, a través de disposiciones legales, el retiro de los fondos se fue incrementando hasta efectuarlo en una sola suma, al momento de cumplir los requisitos para pensionarse por edad o anticipadamente, hasta llegar a un retiro del 95,5 % de los fondos. La ley también permite en cualquier momento efectuar retiros equivalentes al 25 % de los fondos.
Todo lo anterior ha significado que los trabajadores peruanos han retirado de sus cuentas cerca de 6.800 millones de dólares, correspondientes al 16 % del monto total de los fondos previsionales.
Con el retiro del 25 %, al menos 33 % de los trabajadores ya no tienen fondos para financiar su etapa de retiro, que es el objeto de todo sistema previsional.
Consecuencias de sacar anticipadamente dinero de la pensión
«Todo lo anterior trae en conjunto una disminución significativa de la cobertura de los trabajadores y una reducción de la pensión que podrá otorgar el sistema, que es el efecto contrario que se busca con las reformas que impulsan un incremento del ahorro previsional», analiza la Fiap.
“el Estado deberá financiar la totalidad o una parte importante de las pensiones de un número elevado de trabajadores que retiraron anticipadamente sus ahorros”
Además, el Estado deberá financiar la totalidad o una parte importante de las pensiones de un número elevado de trabajadores que retiraron anticipadamente sus ahorros, poniendo en riesgo la sostenibilidad del sistema y la integridad de los ahorros.
«Nadie puede discutir la urgencia de atender las necesidades de las personas que han perdido su empleo o reducido sus ingresos con motivo del Covid-19. Sin embargo, los fondos de pensiones no son la herramienta adecuada para enfrentar esta contingencia», opina la entidad.
Además, el retiro anticipado de los ahorros no tuvo una adecuada focalización en los más necesitados y vulnerables, como lo demuestra el hecho de que la gran mayoría de quienes retiraron sus fondos continuaron efectuando cotizaciones y utilizaron los recursos en finalidades ajenas a las necesidades más básicas.
El consejo de la Fiap es que, para atender las necesidades económicas de quienes han quedado cesantes, debe recurrirse a seguros de desempleo o cesantías, y que pueden focalizar la ayuda en los trabajadores más necesitados, como ha sucedido en Colombia, Chile, México y Uruguay.
Ahorro voluntario para financiar las pensiones
Para la Fiap, está claro que, mientras se busca aumentar el ahorro voluntario, va en contravía permitir retirar estos ahorros con un propósito que no es financiar las pensiones.
Además, el retiro de fondos significa la venta masiva de instrumentos financieros que, en muchos casos, no tienen la necesaria liquidez de mercado, generando el riesgo de impactar el precio de estos activos y, en consecuencia, el valor de los fondos de aquellos que están retirando y de quienes no han efectuado el retiro.
«El ahorro voluntario está llamado a financiar las pensiones de los trabajadores durante la etapa de retiro. Es un sistema obligatorio, porque de otro modo la gran mayoría preferiría el consumo presente antes que postergarlo para financiar su vejez», concluye la Fiap.