Su aporte al hogar muchas veces no es suficientemente valorado, sin embargo, esta labor es de las que más peso tiene en las finanzas de la familia.
Desde hace mucho tiempo, la sociedad ha relegado el arte de ser madre a una mera obligación natural por el hecho de gestar y concebir un bebé. Se ha pensado que la responsabilidad del cuidado y la atención de los niños se debe exclusivamente a la mamá, entonces, se estigmatiza a la mujer a dicha actividad y de paso se le atribuyen obligaciones adicionales como las labores domésticas: lavar, planchar, cocinar, etc. En la mayoría de casos, las madres no reciben el reconocimiento que deberían por parte del padre y mucho menos un estímulo monetario que compense semejante esfuerzo para tan ardua profesión, porque no hay lugar a dudas, hay que ser un profesional para poder hacer lo que hace una mamá.
La falencia de una compensación salarial es apenas comprensible, dado el ingreso promedio del núcleo familiar en Colombia, según las estadísticas del DANE, publicadas en el diario La República el 10 de junio de 2015, el ingreso per cápita para el año 2014 fue de $578.422, en cuyo caso se complica la situación, entendiendo que solo se contaría con el salario devengado por el hombre de la casa y el ingreso justamente cubriría las necesidades básicas y no alcanzaría para pagar un sueldo por el trabajo de mamá en la gerencia del hogar.
Así las cosas, para quienes todavía no comprenden el verdadero aporte de las mamás desde sus casas, se ha hecho un cálculo para determinar cuál sería el salario promedio que debería devengar una madre por las labores que realiza cuando prefiere cuidar a su bebé y de paso encargarse de las cruentas y desagradecidas labores domésticas. Esto sin cuantificar los múltiples beneficios que su amor y su compañía representan para el bebé respecto a seguridad, crecimiento y desarrollo y, el ahorro en costos que se genera fruto de su inigualable labor.
Es pertinente aclarar que el aporte económico de la madre al hogar, basado en este análisis, es directamente proporcional al salario que debería devengar, porque si bien es un dinero que no recibe, también es un dinero que no se gasta, es decir, si se habla de las finanzas del hogar se convierte en un aporte significativo que podría superar, incluso, el aporte del padre.
De esta forma, el salario mensual, ha sido calculado con el límite inferior del valor de mercado de las diferentes profesiones y actividades que allí se mencionan, en otras palabras, lo que se muestra a continuación, se podría constituir en el salario mínimo estimado para la madre que permanece en el hogar, para la ama de casa. Vale la pena advertir que no se contemplan las prestaciones sociales, las bonificaciones por el trabajo realizado y todos los ingresos adicionales a los que tendría derecho por su difícil trabajo.
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