El uso de la tarjeta de crédito no debe significar un dolor de cabeza. Juan Carlos Ramírez, gerente del segmento de personas naturales del Bbva Continental, nos brinda algunas claves para evitar problemas de endeudamiento:
1. Ordenar
La tarjeta de crédito debe ser usada para definir una compra que tenga un rápido repago. Por ejemplo, si no quiero olvidarme del recibo de luz, puedo afiliarlo para cancelarlo con el ‘plástico’ porque la fecha de vencimiento no ‘se va a pasar’. De igual forma, con la mensualidad del colegio o el pago de arbitrios a la municipalidad. De esta forma, la tarjeta va a permitir un manejo ordenado de las cuentas.
2. Acumular puntos
Los bancos cuentan con programas de fidelización que permite, con cada consumo, acumular puntos que luego pueden ser canjeados por un bien, por ejemplo, un electrodoméstico. Bajo este esquema de beneficios, algunas entidades también permiten la acumulación de millas para pasajes aéreos.
3. Calcular el tiempo
El plazo de endeudamiento es importante. Con la tarjeta de crédito puede financiarse, por ejemplo, un viaje nacional o internacional, previendo -en lo posible- que en un año se pueda saldar dicha deuda. “Si paga la cuota mínima, probablemente demorará 36 meses en cancelar el préstamo, y cuando al año siguiente quiera viajar a otro lugar, seguirá endeudado(a)”, advirtió Ramírez.
4. No exceder
Tenga en el bolsillo solo el número de tarjetas que le permitan un uso ordenado, por ejemplo, dos o tres. Se sugiere además destinar un máximo de 30% del ingreso mensual al pago de obligaciones financieras.
5. No retirar efectivo
No es lo mismo retirar efectivo de la tarjeta de débito que de la tarjeta de crédito. Este último es un financiamiento con un costo (tasa de interés), siendo el uso más caro del plástico.
“Si es urgente el retiro de efectivo, lo recomendable es cancelar la deuda antes o a fin de mes para evitar el pago de intereses”, sugirió el gerente.
6. ¿Simple o en cuotas?
Cuando usa la tarjeta, normalmente le dan a elegir entre crédito simple o en cuotas. Esta última opción es la más adecuada si no vas a poder cancelar toda la deuda a fin de mes. Por ejemplo, quizás es más conveniente financiar la adquisición de una refrigeradora a seis meses que en una sola cuota.