Voceros de algunas asociaciones sindicales del país como la Central General de Trabajadores y la Central Unitaria de Trabajadores, señalaron que no están de acuerdo con la propuesta de regionalizar la tarifa del salario mínimo en el país, y catalogan la propuesta como excluyente.
Julio Roberto Gómez, líder sindical y dirigente de la CGT, explicó que “se debería mantener la unidad en lo que tiene que ver con el salario mínimo legal para todo el territorio nacional. La única excepción con la que estaría de acuerdo sería con San Andrés, que debería aumentarse en un 50% debido a que prácticamente todo es importado”.
Así mismo, Gómez indicó que “si se llega a implantar un salario mínimo más alto en Bogotá que en Ibagué, la gente va a querer radicarse en Bogotá. Eso no ocurriría en San Andrés puesto que hay restricciones en la entrada a la isla como trabajador”.
“Se debería discutir el desarrollo de una política que construya un salario mínimo vital que le permita a una familia colombiana poder vivir con esa tarifa, puesto que el que se tiene en estos momentos es un salario de supervivencia que no alcanza para llegar a la mitad de mes”, dijo Gómez.
Compartiendo y respaldando la posición del presidente de la Central General de Trabajadores, Luis Alejandro Pedraza, el dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores aseguró que la propuesta de regionalizar el salario mínimo era “estratificar al país, poner en condiciones de inferioridad a ciertas regiones como Chocó, Popayán y Córdoba justificado en la tesis de que no requieren ingresos mayores a los que tienen los trabajadores de los grandes centros urbanos, por lo que se les asigna un salario inferior. Esa tesis es estratificación, es exclusión social”.
“Esa propuesta es ‘miserabilizar’ más las condiciones de los trabajadores del sector rural y de los departamentos que están en condiciones económicas y sociales más difíciles que otros. No vamos a aceptar esa idea y mucho menos vamos a trabajar en esa vía que plantea el Ministerio”, puntualizó Pedraza.