El CEO de la aplicación aseguró que la reforma laboral obligaría a Rappi a quedarse con un grupo “pequeñito” de domiciliarios que estarían vinculados con la obligación de trabajar 42 horas a la semana.
La reforma Laboral del gobierno promete ser garantista con los trabajadores colombianos. Entre los beneficiados de este articulado estarían los rappitenderos, quienes, por obligación, tendrían que estar afiliados al sistema de seguridad social. Esta idea, sin embargo, no convence al CEO de la aplicación, pues aseguró que el costo de un domicilio tendría un significativo incremento.
“Por la actual situación económica y por la inflación, entiendo que muchos clientes estén insatisfechos porque Rappi se ha vuelto más costoso, pero con la reforma tendríamos que cobrar 18.000 pesos por un domicilio y eso restringiría el servicio a unos pocos, destruyendo el modelo de negocio y dejando sin ingresos a muchas personas”, aseguró Simón Borrero, CEO de Rappi a la revista Semana.
El articulado está radicado en el Congreso desde el pasado 16 de marzo. Entre las garantías que promete se encuentra el impulso de los contratos a término indefinido, el aumento en los recargos dominicales y la promesa de tener horas extra desde las 6:00 de la tarde.
De acuerdo con la aplicación de domicilios, la reforma laboral destruiría, al menos, 80.000 trabajos porque el 90% de sus domiciliaros trabaja menos de 20 horas a la semana, es decir, utilizan el uniforme naranja como método para recibir ingresos adicionales. La reforma los obligaría a tener una vinculación fija.
“En nuestro caso, entre 80 y 85 por ciento trabaja ocasionalmente, así que la minoría está de tiempo completo y ese grupo tampoco quiere la laboralidad forzosa porque sus ingresos promedio son de 11.000 pesos por hora, frente a un salario mínimo que actualmente está en 4.800 pesos. Y aunque son personas que trabajan tiempo completo, tienen flexibilidad para decidir qué días y en qué horarios lo hacen. Esta reforma los obligaría a ganar un salario mínimo y, por ende, les entraría mucho menos dinero”, detalló Borrero.
Rappi aseguró que la reforma planteada obligaría a la aplicación a contratar un equipo “pequeñito” de domiciliarios para que trabajen entre 40 y 42 horas a la semana por un sueldo fijo. Añadieron que han enviado sus propuestas al gobierno nacional, pero que no han sido escuchados.
La pelota ahora está en el Congreso de la República, pues serán los representantes y senadores quienes decidan si aprueban, modifican o desechan el texto presentado por la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez.