Para llevar a cabo un emprendimiento exitoso, los emprendedores realizan un plan de negocios y, posteriormente, un plan financiero que muestre los valores invertidos y los flujos de caja que se busca alcanzar. Es recomendable comenzar el plan financiero con el cálculo del punto de equilibrio.
Un emprendimiento es el proceso de llevar a cabo una idea de negocio a la práctica. Para esto, los emprendedores estructuran el proyecto en un plan de negocios, el cual es un documento formal donde se encuentra con detalle información sobre los objetivos que se pretenden alcanzar, la necesidad que busca satisfacer, la descripción del producto o servicio que se va a ofrecer, un análisis de los posibles competidores y del mercado, un plan de mercadeo donde se encuentra la matriz DOFA, entre otros aspectos.
Posteriormente, los emprendedores exitosos realizan un plan financiero, el cual muestra los montos que se invertirán para llevar a cabo la idea de negocio y los flujos de caja esperados. Generalmente, los promotores comienzan este plan calculando el punto de equilibrio, el cual es un estado donde el nivel de ventas alcanza para cubrir los costos fijos y los costos variables generando una utilidad de cero. En otras palabras, es el nivel donde la utilidad es igual a los costos, a partir de ese punto se obtendría utilidades. Básicamente, esta es una de las metas principales de un emprendedor al iniciar un negocio.
El cálculo del punto de equilibrio está asociado con la determinación de los costos y gastos fijos, los cuales equivalen al valor del margen de contribución –margen bruto– en ventas. Para calcular este margen es importante conocer el tipo de negocio y la competencia, para así establecer un precio de venta que cubra los costos y dé como resultado el margen de contribución.