Rodrigo Vallejo afirma que si es elegido como representante a la Cámara se enfocará en los proyectos de la profesión contable, en la creación de un registro único de revisores fiscales y de un fondo para el pago de los honorarios.
Dice que la Dian no puede seguir viendo a los contadores públicos como enemigos y menos como sus empleados de segunda clase.
Otro de los contadores públicos que participará en las próximas elecciones a realizarse en el mes de marzo, con el fin de sacar adelante proyectos que beneficien a la profesión contable, es Rodrigo Vallejo Sánchez.
Vallejo Sánchez es candidato a la Cámara de Representantes por el Quindio, por la coalición MIRA, Colombia Justa Libres, Salvación Nacional, con el número 102 en el tarjetón. En el debate Contadores haciendo política para contadores expuso sus diversos puntos de vista.
¿Desde su aspiración política cómo piensa que se debe generar reconocimiento y respeto hacia la profesión contable?
Siendo cumplidor de la Ley 5 de 1992 en cuanto a las funciones, tener iniciativa, promover el debate y gestionar a favor de mi tierra. Que quede claro, en el Congreso de la República la mirada de un contador público es mas integral en la solución de los problemas que de cualquier otro profesional.
Para generar respeto y reconocimiento hacia la profesión contable, lo principal es ser ejemplo en nuestras actuaciones públicas y privadas, así como actuar de manera integral.
¿Qué propuestas busca impulsar desde su candidatura? ¿Cuál es su principal objetivo al buscar esta oportunidad desde la política?
Lo principal es seguir construyendo una imagen, consolidando un pensamiento y proponiendo los cambios que se requieren. Las propuestas son en dos sentidos. En primera medida, uno encaminado a proyectos de carácter general como la reforma tributaria, el régimen pensional de los profesores, tarifas de servicios públicos, así como leyes que creen incentivos para la reactivación económica y generar empleo.
Lo segundo, enfocarse en proyectos de la profesión. La creación de un registro único de revisores fiscales y de un fondo para el pago de los honorarios.
¿Cuál es su punto de vista alrededor de los proyectos que buscan la modernización de la contaduría pública y la revisoría fiscal?
Que los mismos no reflejan un consenso de los contadores y menos la realidad de la profesión.
¿Ve viable que los proyectos de ley sean una realidad? ¿Cuál es la mejor forma de «venderlos» para que cuenten con apoyo político?
Ganando la confianza de los usuarios de nuestros servicios, que vean en ellos no un costo sino una inversión. Que tanto contadores públicos como revisores fiscales pasemos al momento de ponerle valor agregado a nuestros servicios.
¿Estar en el Congreso les abriría mayores puertas a contadores públicos para que en un mañana se lancen otros al ruedo político?
Claro que sí, además los contadores públicos tenemos que darnos por enterados que si la situación está como está es porque hemos actuado de forma pasiva, de espaldas a la realidad.
La justicia es una bandera social interesante. ¿Cómo se enfoca hacia la profesión del contador público?
“La justicia como bandera social debe ser garantista de las actuaciones del contador público”
El contador público es dador de confianza cuando da fe pública. La justicia como bandera social debe ser garantista de las actuaciones del contador público, debe propiciar escenarios que permitan que los contables sintamos respaldo de la institucionalidad en nuestro ejercicio.
Debe crearse un organismo autónomo e independiente de vigilancia y control para la profesión contable, con dedicación de tiempo completo y remuneración.
La Dian no puede seguir viendo a los contadores públicos como enemigos y menos como sus empleados de segunda clase.
¿Cómo se pueden evitar formalmente las excesivas cargas administrativas vigentes para contadores y revisores fiscales?
Cuando los contadores públicos tengamos un proceso de formación afianzado en principios, criterios, carácter, con seguridad, la formación académica será el complemento perfecto para hombres y mujeres que queremos prestarle un servicio a entidades públicas y/o privadas.