La integración de la propiedad de los tres mercados accionarios y filiales, además de las plataformas de negociación, es un hito en el desarrollo de la Bolsa de Valores de Colombia
Editorial
Este segundo mes del año comienza con un paso enorme en materia financiera: las bolsas de valores de Colombia, Chile y Perú aprobaron su integración, jugada empresarial que creará una holding compuesta por 16 miembros, lo que se convertirá en un verdadero vehículo del mercado secundario emergente que entrará a competirle a los parqués bursátiles más maduros con influencia en las empresas que invierten en países de la Alianza del Pacífico. Hasta hace poco, las bolsas eran lugares físicos emblemáticos para las ciudades en donde operaban, recintos en los que funciona el mercado de valores y cuyo salón de negociaciones era el epicentro de la movida bursátil. Esa vieja imagen de corredores comprando y vendiendo acciones cara a cara y en voz alta, ha desaparecido en tiempos digitales, pero su influencia en los negocios ha aumentado notablemente. Y cada vez es mayor la competencia entre las bolsas de valores del mundo por atraer empresas que buscan negociar, mover sus papeles valores, pero ante todo financiarse de una manera segura. Ahora, lo que manda las operaciones son modernos sistemas de negociación bursátil electrónicos o digitales, aunque las viejas bolsas siguen siendo lugares para representar la negociación. No en vano, el tañer de la campana de Wall Street abriendo las operaciones, lo que se erige como un símbolo de dinamismo en las operaciones que determinan economía global. Aplaudir que los accionistas de la Bolsa de Valores de Colombia aprobaron la integración de su negocio con los mercados bursátiles de Chile y Perú, es lo menos, pues le abre a los comisionistas y a las mismas empresas un nuevo horizonte, muy en consonancia, o a la par con lo que está sucediendo con las economías de la Alianza del Pacífico, bloque que ha sufrido un empuje con la llegada de Singapur a esta estrategia comercial, que dicho sea de paso no es un tratado de libre comercio, sino un grupo de naciones caminando juntas en pos del fortalecimiento de la economía de mercado, el libre comercio y la propiedad privada. El proyecto comprende la integración de la propiedad de los tres mercados accionarios y sus filiales, además de las plataformas de negociación, compensación y liquidación de cada una de ellas. El proceso se materializará a través de la formación de un nuevo holding regional que tendrá su casa matriz en Chile, donde las acciones de las bolsas chilena y colombiana tendrán 40% de participación en el canje, respectivamente. Los títulos de la peruana representarán 20% del capital restante. Para los expertos, la integración de los tres mercados de capitales es un hito en la historia del mercado latinoamericano, un paso necesario para lograr una mayor competitividad frente a actores globales y posicionarnos como un polo atractivo a nivel mundial para los inversionistas. La implementación final de las plataformas de compensación, liquidación y depósito de valores, está prevista para el cuarto trimestre de 2023, momento en el que se daría inicio al funcionamiento de la operación del mercado integrado. Bien por el presidente de la BVC, Juan Pablo Córdoba, quien bien apunta que este logro significa mover las fronteras y tener una visión todavía más grande para el desarrollo del mercado de capitales colombiano y de la región. Y ahora, con todos nuestros productos y con la colaboración de nuestros colegas de Perú y de Chile, llevaremos ese mercado de capitales a todas las empresas y a todos los inversionistas.