Una encuesta a 236 compañías realizada por Schneider Electric revela que el 81% ha realizado actualizaciones para mejorar su eficiencia o planea hacerlo, pero solo el 30% o menos están considerando nuevas oportunidades de energía, como microrredes y respuesta a la demanda.
Mientras los líderes empresariales globales se reúnen en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos para hablar sobre energía y desafíos medioambientales, un nuevo estudio publicado por Schneider Electric, líder en la transformación digital de la gestión de la energía y carbono, y la automatización; revela que la mayoría de las organizaciones se sienten preparadas para un futuro descentralizado, descarbonizado y digitalizado, pero muchas no están dando los pasos necesarios para integrar y potenciar/promover sus programas de energía y sostenibilidad.
Esta falsa sensación de seguridad puede atribuirse al hallazgo de que la mayoría de las empresas aún adoptan enfoques bastante convencionales para la gestión energética y la acción climática. Y las brechas en la innovación se complican aún más por la coordinación limitada entre los departamentos de compras, operaciones y sostenibilidad, así como la ineficiencia en la recopilación e intercambio de datos.
El 81% de las empresas ha realizado actualizaciones para mejorar su eficiencia o planea hacerlo, pero solo el 30% o menos están considerando nuevas oportunidades de energía como microrredes y respuesta a la demanda.
Según la encuesta de casi 240 grandes corporaciones (US$100 millones en ingresos o más) de todo el mundo, el 85 por ciento de los encuestados dijo que su compañía tomará medidas en los próximos tres años para mantener sus planes de reducción de carbono competitivos con los líderes de la industria. Pero los proyectos que se han iniciado o están en desarrollo se inclinan fuertemente hacia la conservación de energía, agua y desechos. Fuera de las energías renovables, pocas de las organizaciones representadas están implementando estrategias y tecnologías más avanzadas para gestionar la energía y las emisiones.
Los hallazgos clave incluyen:
El ochenta y un por ciento de los encuestados ha realizado actualizaciones de eficiencia energética o planea hacerlo dentro de los próximos dos años; 75 por ciento está trabajando para reducir el consumo de agua y el desperdicio.
El cincuenta y un por ciento ha completado o planea seguir proyectos de energía renovable.
Solo el 30 por ciento ha implementado o está planeando activamente usar almacenamiento de energía, microrredes o calor y potencia combinados, o alguna combinación de estas tecnologías.
Solo el 23 por ciento tiene estrategias de respuesta a la demanda o planea hacerlo en el corto plazo.
“Estamos en medio de una interrupción masiva en la forma en que se consume y produce la energía”, dijo Jean-Pascal Tricoire, presidente y CEO de Schneider Electric. “El enfoque casi universal en la conservación es positivo. Sin embargo, ser un consumidor inteligente es solo una parte de lo que se necesita para sobrevivir y prosperar. Las empresas deben prepararse para ser un participante activo en materia de energía, poner las piezas en su lugar para producir energía e interactuar con la red, los servicios públicos, los colegas y otros nuevos participantes. Aquellos que no actúen ahora serán dejados atrás”.
Una barrera primaria para el progreso puede ser la alineación interna. El sesenta y un por ciento de los encuestados dijo que las decisiones de energía y sustentabilidad de su organización no están bien coordinadas entre los equipos y departamentos pertinentes, especialmente para los bienes de consumo y las empresas industriales. Además, el mismo número de encuestados dijo que la falta de colaboración es un desafío.
La gestión de datos se citó como otro obstáculo para la gestión integrada de la energía y el carbono, y el 45% de los encuestados afirmó que los datos de la organización están muy descentralizados y se manejan a nivel local o regional. Y de las personas que identificaron “herramientas/métricas insuficientes para el intercambio de datos y la evaluación de proyectos” como un desafío para trabajar en todos los departamentos, el 65% gestiona los datos a nivel local, regional o nacional, no global.
Progreso
Más del 50 por ciento de las empresas representadas han iniciado proyectos de energía renovable o planean hacerlo en los próximos dos años, con atención médica (64 por ciento) y bienes de consumo (58 por ciento) liderando el camino. Además, las funciones de C-suite y corporativas tienen un alto grado de participación en estos y otros programas centrados en la sostenibilidad. El 74% dijo que los miembros de la C-Suite revisan o aprueban iniciativas de energías renovables y sostenibilidad, por ejemplo, indicando que este trabajo se considera una prioridad estratégica.
Y si bien el retorno de la inversión (ROI) es el punto de referencia obvio para las iniciativas de energía y sostenibilidad, las empresas están comenzando a tener una visión más amplia y más completa de las inversiones. Por ejemplo, más de la mitad de los encuestados dijo que el impacto ambiental se tiene en cuenta en el proceso de evaluación. El riesgo organizacional (39%) es otra consideración importante.
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