La imagen de una madre
leyendo un cuento a su hijito, en la cabecera de la cama, es entrañable y se
repite generación tras generación. No obstante, con el auge de la televisión, y
el ritmo acelerado de la vida cotidiana familiar, el momento de contar cuentos
empieza a ser menos frecuente. Sin embargo, estudios realizados por psicólogos
insisten en subrayar la importancia de leer cuentos a los niños por el
beneficio que de tal costumbre se deriva, en su desarrollo del lenguaje y el
pensamiento creativo.
Para animarte en la sana
y tradicional costumbre de contar cuentos, te explicamos lo que aseguran los
especialistas sobre los principales aportes de tal actividad en la formación
del niño, y te sugerimos algunos consejos para tener éxito contando cuentos.
¿Qué aportan los
cuentos al desarrollo de tu hijo?
Aprende a imaginar
Cuando el pequeño ve la
televisión, las imágenes le llegan hechas, pero cuando escucha un cuento,
necesita imaginar a partir de las palabras que oye. Esa actividad le ayudará
posteriormente en el colegio cuando empiece a oír explicaciones orales
sobre diferentes contenidos.
Recibe información sobre
valores y comportamientos
Es una forma de conversar
con tu hijo y de hablarle a través de las historias que le cuentas sobre temas
que le ayudarán a entender su entorno y a comprenderse mejor a sí mismo. Al ser
una actividad lenta y relajada, hay tiempo de volver sobre un mismo hecho, y
observar la actitud y la reacción del pequeño ante situaciones emocionales que
quedan reflejadas en el cuento.
Combate sus propios temores
En muchos de los
cuentos, tu hijo se sentirá identificado con las emociones de los
protagonistas, y el conocer el desenlace y lo que le va ocurriendo a lo largo
de la historia supone tener argumentos para afrontar sus propios miedos, con
una sensación de mayor control.
Fomenta la intimidad y la complicidad entre tu
hijo y tú
Además de compartir
emociones derivadas de la historia relatada, el niño se percata del tiempo que
le dedicas y se siente atendido y mimado.
Le ayuda a crear su
propio hábito de lectura
No hay nada más efectivo
que el ejemplo, y cuando un niño ha visto a sus padres leer, y ha compartido
tiempo de lectura con ellos, crecerá asociando factores positivos a los libros.
¿Cómo contarle cuentos de
un modo apropiado?
Procura hacer un rito de
tal momento. Algo que el niño y tú esperen con agrado. Sobre todo en niños muy
pequeños, es importante repetir varias veces las diferentes escenas del cuento
procurando utilizar las mismas palabras.
Interpreta lo mejor que
puedas a los personajes que hablan en el cuento.
No te limites a una
lectura impersonal. Te está escuchando un niño y su imaginación está receptiva
a todos los matices de voz. Deja que se impregne de las emociones que brotan de
la historia para que la viva con más intensidad.
Mientras lees pon
atención a las reacciones del niño, sus movimientos, y haz pausas todas las
veces que sea necesario para escuchar sus preguntas o para comprobar si está
entendiendo el relato.
Déjale participar lo más posible, tanto a la
hora de elegir el cuento a leer (te puede dar muchas pista esa elección, sobre
sus intereses o preocupaciones), como a la hora de las interrupciones. Cuando
el niño esté cansado no le fuerces a continuar. Es muy importante que sea una
actividad gratificante para él, nunca una obligación.
De vez en cuando, cambia la acción de leer
cuentos por la de oír cuentos juntos, en un CD. Será una pequeña aventura
también para ti, pues tendrás que ponerte a la altura del niño que escucha y
eso creará una corriente afectiva y de gran complicidad entre los dos.
En otro momento del
día, pídele que dibuje alguno de los personajes o escenas del cuento que hayan
leído el día anterior. Así podrás comprender mejor a tu hijo, pues en su dibujo
quedarán expresados los miedos, las expectativas y los intereses que le mueven.
ORACIÓN DE LA MADRE POR
LOS HIJOS
Oh Señor, toma bajo tu protección los hijos
que me has dado. No permitas que te ofendan con el pecado: elígelos para
el cielo.
Salva a quienes les dimos la vida.
Ayúdame a respetar
y amar la vocación que les has designado.
Te los ofrezco ya desde ahora con alegría y con
reconocimiento profundo.
Perdona, Señor, mis debilidades y suple mis
carencias, para que pueda cumplir lo más dignamente mi misión en la familia y
en la sociedad.
Sostén a toda mi
familia en el espíritu de fe, en la paz, y en la unidad del amor y haz que nos
encontremos unidos contigo eternamente.
FELIZ DIA DE LA MADRE