Ana Morato, directora general de Clarke, Modet & Cº Colombia, explica la filosofía del trabajo en el mercado local y afirma que prevé, por la coyuntura, un menor dinamismo de las multinacionales que operan en el país en los próximos dos años.
Las empresas medianas, especialmente, deben preocuparse por proteger sus innovaciones y su conocimiento, y no solo por producir.
Esa es una de las recomendaciones de Ana Morato, directora general de Clarke, Modet & Cº Colombia, firma que, más allá del trámite de patentes, promueve estrategias de protección de bienes intangibles. “Nuestra misión es ser aliados estratégicos de nuestros clientes en todo lo que tiene que ver con la generación de conocimiento, la protección de ese conocimiento y la explotación de ese conocimiento”, explica.
¿Cómo un intangible como un plan de negocios se protege?
Hay que ver las alternativas. Ayudamos a identificar cuáles son los mercados más competitivos para los productos. Hacemos inteligencia tecnológica. La inteligencia de mercado es solo un componente. Por ejemplo, una empresa puede necesitar bloquear un país al que crea que puede entrar en un futuro.
¿Qué tal la demanda de los servicios en Colombia?
Muchos de nuestros clientes son internacionales. Hay una apuesta como país para que crezca el número de patentes nacionales y en estos últimos años empresas extranjeras se han protegido.
Ahora mismo, de cara a los dos próximos años, debe haber algún freno por la situación económica, pero hay que trabajar mucho. Hay una preocupación del Gobierno por que las empresas colombianas interioricen la importancia de proteger sus conocimientos.
¿No se protegía?
Aquí hay mucha creatividad. Empresas importantes compraban maquinaria en otro país, la adaptaban para hacerla más funcional y eficiente. Pero luego llegaban los dueños, la copiaban y la comercializaban, cuando eso era totalmente protegible por la firma local. Ese es un valor que se puede poner en el mercado.
En ese sentido hay mucho que trabajar con firmas medianas que tienen productos innovadores y tecnología, y quieren exportar.
¿Por qué dice que se puede frenar la actividad en los próximos dos años?
Eso, sobretodo, entre las multinacionales, que son buena parte de nuestros clientes. Puede bajar un poco la inversión extranjera. Vamos a ver cómo se comportan los mercados. Hemos crecido mucho y en el 2015 vamos a cerrar con un buen resultado, pero soy un poco más conservadora en cuanto al crecimiento de los dos próximos años.
¿Pero la respuesta ante una crisis no es la innovación?
Así es. Pero creo que eso se puede dar entre las firmas colombianas. En momentos de crisis las compañías deben aprovechar la devaluación para exportar y esa es una oportunidad fantástica. Y, por otro lado, deben innovar y ser más productivas. Confío en que el mercado colombiano sea el que avance, pero puede haber más limitación de las inversiones extranjeras aquí.
¿Qué tal el interés de los emprendedores por acceder a estos servicios?
Los emprendedores, especialmente si son de base tecnológica, lo entienden muy bien. Hemos diseñado un paquete de servicios muy adaptado para esas pequeñas empresas que empiezan. Normalmente les faltan recursos, pero son conscientes de la importancia de proteger sus intangibles.
¿Cómo ve la autoridad que vela por la propiedad intelectual?
Hace un esfuerzo tremendo por reducir los tiempos en los que se concede una patente, y por hacer el tema de marcas mucho más on line. Es una de las más eficientes de América Latina. A los extranjeros les recomendamos que patenten en Colombia porque es más fácil. Además, las tarifas del 2016 las han bajado, lo cual es una noticia fantástica. Eso atrae.
¿Cómo crece la firma?
El Grupo, a nivel global, cierra el 2015 con una facturación de 178.340 millones de pesos. En Colombia nuestro plan es que del 2013 al 2018 dupliquemos nuestra facturación. En Colombia, el 2015 lo cerramos con un crecimiento de 22 por ciento. La tasa de cambio nos ha favorecido mucho.
¿Cuál es el sector rezagado?
Más que un sector, es un perfil de empresa. Es una empresa de tipo mediano que ha hecho desarrollos, pero se ha preocupado más por producir que por proteger, y ahora se está dando cuenta de que todo eso tiene valor desde el punto de vista de la propiedad intelectual. También hay empresas del sector cosmético. Patentan mucho en Europa y en Colombia no.
Las empresas de seguridad, en el sector de transformación de plásticos. Se preocupan por mejorar ese producto, pero no de protegerlo.
La propiedad intelectual, entendida como un elemento vinculado a procesos de innovación, puede ser una herramienta para transformar el sistema productivo colombiano. El país tiene el reto de transformarse y tener una industria más fuerte y una economía más diversificada.
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