En el marco del Tercer Congreso de Libre Competencia Económica, el superintendente Delegado para la Protección de la Competencia, Jorge Enrique Sánchez, habló con AL sobre la importancia de la libre competencia para mejorar frente a otros países y sobre los retos que tiene Colombia en la materia.
¿Cómo influye la libre competencia en la competitividad del país?
La competitividad es lo que produce la aplicación del régimen de libre competencia, que es crear un ambiente de competencia en el mercado para que las empresas tengan el incentivo de otorgar mejores servicios o mayores coberturas.
En un mundo globalizado como el de hoy, una empresa no compite solo con productores o prestadores de servicios locales. Ese escenario ha cambiado, por eso si una empresa se adormece y está en el confort de no competir, no va sobrevivir o vincularse a los mercados internacionales y por ende llevará a la ruina su sector.
Empresas no criadas en ambientes de competencia son más vulnerables a la acción vigorosa de compañías externas, lo que las puede llevar a desaparecer.
¿Cómo está Colombia en legislación y prácticas restrictivas de la libre competencia?
Colombia tiene un régimen de Prácticas Restrictivas de la Competencia (PRC) desde 1959 y pero solo hasta el 1991, el derecho a la libre competencia adquirió rango constitucional.
Pero para ser sincero, la aplicación de este régimen solo ha tenido un auge en los últimos de 10 años y a pesar de ello, hoy, creo que estamos en el ejercicio de la función con más capacidades institucionales, logísticas y presupuestales como nunca antes.
¿Cuál es la mejor manera de disuadir las prácticas anticompetitivas?
La respuesta es la mezcla de muchos factores como sanciones ejemplarizantes e incluso acciones privativas de la libertad y el escrutinio público. Nosotros tenemos una responsabilidad de educar y dar a conocer este régimen que es complejo, y tenemos que liberar al mercado de las disrupciones que se estén presentando, ya sea por medio de la abogacía o al perseguir a los infractores.
¿Cuál es el rol de la Superintendencia en los retos que enfrenta en el sector energético y de telecomunicaciones?
Estos dos sectores son estratégicos para la economía nacional y tienen una regulación muy activa por parte del estado, por eso el reto que tenemos desde la Superindustria es dar nuestro aporte y emitir conceptos para que esta regulación sea eficiente. Nosotros no solo investigamos infractores por PRC, sino que tenemos que ejercer la abogacía de la competencia, lo que implica que seamos muy activos en la emisión de conceptos. Estos los hacemos frente a las regulaciones de la Comisión de Regulación de Energía, y lo mismo en el caso de las comunicaciones.
¿Cómo generar más competencia en este sector de las licitaciones públicas?
El tema de las colusiones públicas es supremamente importante, porque son un mercado muy grande.
Entonces, cuando el estado paga un sobrecosto a los bienes y servicios a los que accede, la afectación directa para la sociedad y los contribuyentes. Por eso, la Superintendencia ha creado un grupo exclusivo para revisar el tema de las colusiones en licitaciones públicas, el cual ha generado varios mecanismos para corregir la conducta de contratistas inescrupulosos, que no por ignorancia, sino que en forma deliberada puedan llegar a manipular los resultados los procesos de contratación pública.
Para nosotros la propuesta del Presidente de la Cámara Colombina de Infraestructura sobre generar pliegos proforma que no puedan ser manipulados y todas las propuestas que surjan de aquí en adelante para mejorar son bienvenidas.
