La banca colombiana goza de muy buena salud. Eso se concluye del informe de Standard & Poor’s ‘TOP bancos colombianos’, en el que se analiza de manera específica cada uno de los aspectos de las entidades financieras y se evalúan la regulación que el Gobierno tiene con ella. En ese aspecto uno de los puntos que resalta el estudio es el control que hace el Gobierno a las tasas de interés de los créditos.
“En nuestra opinión, la participación del Gobierno en el sistema bancario podría dar lugar a distorsiones del mercado si aumentan los controles sobre las tasas de interés. Consideramos que los incentivos para una mayor participación de los gobiernos están muy limitados en Colombia, ya que la penetración de la banca ha aumentado gradualmente en medio de prácticas de originación saludables, y las tasas de interés sobre los créditos son adecuadas”, dice el informe.
Con esto coincide María Mercedes Cuéllar, presidenta de Asobancaria, quien en repetidas ocasiones ha manifestado el inconveniente de la tasa de usura. Opinión que comparte el presidente de Colpatria Santiago Perdomo, quien manifestó a LR que “hay que revisar el tema de la tasa de usura, pues entre más limitaciones hayan menos acceso a crédito se puede tener”.
Cabe recordar que en la pasada Convención Bancaria el presidente Juan Manuel Santos se comprometió a evaluar la fijación de la tasa de usura lo que sería un alivio para los bancos, pues tal como lo dice S&P “si el gobierno intensifica su participación y presiona a los bancos comerciales para que bajen sus tasas de interés sobre créditos-para estimular la demanda de crédito e impulsar así el crecimiento económico-podría detonar niveles más altos de deuda personal y presionar la calidad de activos de los bancos”.
Pero este no fue el único aspecto que la calificadora de riesgo evaluó. La capitalización de la banca es el punto en el que considera está más débil Colombia.
De acuerdo con Sergio Garibian, analytical manager de bancos de S&P, “la capitalización de los bancos es más débil que la de sus pares regionales y no mejorará de manera significativa en los próximos dos años. En nuestra opinión, la principal debilidad de los bancos es su capitalización, que consideramos ‘moderada’ a ‘débil’ de acuerdo con la definición de estos términos en nuestros criterios, especialmente a la luz de sus expansiones”. Según el informe, Colombia tiene una de las tasas de crecimiento del crédito más altas de América Latina, con un promedio de 17% anual durante los últimos cuatro años.
Los bancos colombianos también han mantenido una buena rentabilidad-con un promedio de retorno sobre activos de 2% en los últimos cuatro años-a pesar del mayor aprovisionamiento las carteras de crédito, y la calidad de activos se mantiene sólida.
Así mismo, y aunque el ritmo de crecimiento para el sistema se ha moderado desde 2012, S&P considera que el total de la cartera de crédito seguirá creciendo a tasas elevadas-en torno a 14% y 15%. “Consideramos que la alta rentabilidad, la buena calidad de activos respaldada por prudentes prácticas de originación y las expectativas económicas favorables para Colombia, y la liquidez adecuada seguirán respaldando nuestras calificaciones hasta 2015”, cita el documento presentado.
En cuanto al estado de las entidades de manera individual, la calificadora resalta que Bancolombia es el banco con mayor número de activos y entre sus fortalezas está el reconocimiento de marca. Del Banco de Bogotá resalta su perfil de fondeo adecuado con una gestión de liquidez conservadora y de Davivienda el Perfil de negocio sólido y bien diversificado.