“Suponga que la tasa de interés que ganan sus ahorros es del 1 por ciento al año y que la tasa anual de inflación es del 2 por ciento. Después de un año usted podrá comprar: ¿menos?, ¿más?, ¿lo mismo?”.
El 55 por ciento de personas a las que se les hizo esta pregunta no pudo dar la respuesta correcta (‘menos’), en una prueba a 1.200 individuos de 12 años en adelante, consultados en las 5 principales ciudades del país, lo que ha llevado al Ministerio de Educación a considerar que las nuevas políticas formativas no darán resultados hasta dentro de 11 años. De hecho, la firma Raddar, hizo tres preguntas y quedó en evidencia que los flojos conocimientos no son solamente de las personas en edad escolar, sino que también están en los adultos: solo el 10 por ciento de los consultados contestó bien las tres preguntas, mientras el 31 por ciento no dio con ninguna respuesta correcta.
Si bien las personas entre 36 y 45 años de edad acertaron más, solo el 19 por ciento de ellas contestó todas las preguntas correctamente.
De esta manera, se tiene una aproximación más allá de los estudiantes de 15 años que dio la prueba del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (Pisa) que hace la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), en las que Colombia ocupó el último lugar entre 18 países.
La prueba Pisa sorprendió a más de un banquero, si se tiene en cuenta que bancos, aseguradoras y comisionistas han desplegado, desde hace años, varios recursos como aulas móviles –buses que llegan a poblaciones apartadas–, cartillas, talleres presenciales y virtuales, videos, folletos y útiles escolares, entre otros.
Distintas causas
La causas del escaso avance apuntan en varias direcciones. Por ejemplo, que las iniciativas emprendidas por las entidades, aunque con buenas intenciones, tienen un alcance limitado. O que se llega tarde a solucionar un problema que debió abordarse hace muchos años.
“La necesidad de hacer algo se veía hace rato y lo importante es que ya se empezó”, dice María Mercedes Cuéllar, presidenta de la Asobancaria.
Cuéllar reconoce que le ha costado mucho trabajo entender cómo funciona hoy el sistema educativo en el país, y esto es clave para conocer la forma en que llevar a cabo esa formación financiera.
Así mismo, sorprende el hecho de que, pese a los esfuerzos de las entidades, no haya un avance significativo en temas tan esenciales como el uso de los distintos canales financieros. Por eso, entre los expertos hay consenso en el hecho de que no se trata solo de impartir conocimientos financieros, sino que se debe ir más allá.
“No buscamos solo que las personas aprendan palabras y conceptos para que las repliquen. Queremos también cambiar actitudes y comportamientos de los individuos que les permitan mejorar su nivel de vida”, sostiene el gerente del Banco de la República José Darío Uribe.
En ese aspecto también se ha centrado la industria aseguradora. Directivos de Fasecolda (gremio de las aseguradoras) señalan que, para lograr cambios de comportamiento trabajan en una iniciativa que busca, desde un diagnóstico sobre las creencias, hábitos, y prácticas, explicar por qué las personas no toman decisiones informadas y no cambian su intención de protegerse con un seguro.
Esa es una de las prioridades del Programa de Educación Económica y Financiera que presentó el Ministerio de Educación y la Asobancaria.
Largo plazo
Aunque la iniciativa espera capacitar a más de 15 millones de escolares, sus resultados no se verán en el corto plazo. Cuéllar dice que habrá resultados parciales, pero los resultados del primer ciclo completo no se conocerán hasta dentro de 11 años.
Banqueros y Gobierno son conscientes de que los retos en el futuro son grandes, pero sienten que esta vez se ha dado un paso firme.
Más que fallas, dice Gustavo Leaño, presidente de Credibanco –una de las redes de pagos electrónicos más grandes del país– “tenemos retos muy grandes para nivelar la población colombiana a los estándares de países desarrollados, pero los estamos asumiendo. Asobancaria y el Ministerio de Educación trabajan en conjunto para que se fortalezca la educación financiera desde temprana edad y están logrando importantes resultados”.