Para optimizar los recursos, empresas deben montar plan de incentivos de acuerdo con la edad.
Cuando una empresa busca retener a los empleados, la estrategia debe variar de acuerdo con la edad que estos tengan.
Así lo revela una encuesta de Mercer en la que les preguntó a los trabajadores de varios países del continente qué es lo que más valoran de su compañía. Los dividió en tres grupos etáreos.
Renatto Casinelli, líder de Beneficios para Latinoamérica y el Caribe de esta consultora internacional aclara que la idea no es gastar más en incentivos, sino orientarlos mejor y enfocar los mensajes de motivación.
Los baby boomers, que están mínimo por los 43 años, son menos proclives a cambiar de empleo y, entre los incentivos, le dan más importancia a un plan de retiro favorable y a ganar mejor, dado que no ven lejana la jubilación.
Los de la Generación X –nacidos de mediados de los 60 a los 90, que están levantando a su familia y a la vez tienen padres ancianos–, en cambio, están dispuestos a mudarse de empleo y hasta de país. Más que un salario base alto, quieren uno que esté acorde con el desempeño y los logros, y una póliza que puedan mantener al cambiar de empleo.
Por su parte, la tercera generación, conocida como Y o del Milenio, y que apenas se está incorporando al mercado laboral, gusta de modelos de trabajo menos jerarquizados y menos apegados a lo formal (por ejemplo, se resisten a usar corbata).
Así mismo, es una generación que escoge una empresa sobre otra, no por la estabilidad en un contrato, sino porque le brinda más flexibilidad de horarios e incluso tomar más días de vacaciones. Algo más que los aferra es que les permiten trabajar a distancia, un buen plan de capacitación o que les paguen una pasantía en otro país. “Son ‘duchos’ en el manejo de la tecnología y Si le das a escoger entre un iPhone y un seguro de vida, seguramente se van a quedar con el primero”, dice Casinelli.