Fenalcarbón y el Centro Regional de Estudios de Energía (CREE) presentaron la propuesta de ruta que definirá el rumbo económico y social del país en los próximos años de la mano de esta cadena de valor.
En el marco de la Cumbre Colombiana del Carbón, Fenalcarbón presentó las bases de la Transición Energética de los Carbones en Colombia (TEC), una visión construida desde el sector empresarial, donde se destacan la importancia de asegurar que la oferta pueda ir acompasada de la demanda; preparar a la pequeña y mediana minería; y aterrizar la transición fiscal.
Tomás González, exministro de Minas y Energía de Colombia y director Centro Regional de Estudios de Energía (CREE) manifestó que: «Un adelanto en la salida de Colombia de la industria del carbón en comparación con el resto del mundo podría tener graves consecuencias. Esto implicaría la interrupción abrupta de una de las actividades de mayor dependencia en el país, afectando a los hogares de los trabajadores del sector y las cadenas de producción asociadas, todo ello sin un plan claro de transición hacia sectores alternativos. Adicionalmente, se subrayó que se perdería la oportunidad de adquirir recursos para impulsar una transición gradual y más sostenible.»
Asimismo, se habló sobre la dependencia que tienen los hogares frente a la industria del carbón, especialmente aquellos en situación de vulnerabilidad que han hallado en esta actividad una fuente de ingresos estable, enfrentando desafíos significativos al intentar adaptarse a sectores alternativos.» La TEC se vislumbra de diversas formas en el futuro y su desarrollo depende de decisiones estratégicas, tanto a nivel nacional como internacional. La alineación con las tendencias globales se vuelve esencial para evitar consecuencias costosas y desfavorables,” expresó Carlos Cante, presidente ejecutivo de Fenalcarbón.
Dentro de las conclusiones se planteó que es imperativo establecer un espacio de colaboración que incluya a todos los actores involucrados en la cadena de producción de carbón, así como la sociedad civil y el gobierno. Esto implica la construcción rigurosa de una hoja de ruta a través del diálogo, garantizando que todos los sectores se adapten equitativamente.
«La realización efectiva de una Transición Energética de los Carbones (TEC) con el menor impacto económico y social requerirá una política pública de Estado sólida y coherente. Sin la participación activa del sector minero e industria de los carbones colombianos, llevar a cabo esta transición se vuelve una tarea casi imposible”, agregó Cante.
Finalmente, se presentaron los principios para la TEC entre los que sobresalen la importancia de que el país se prepare para que la oferta pueda seguir a la demanda, una demanda en la que los carbones colombianos seguirán teniendo mercado por varias décadas más; asegurar la transición fiscal y productiva; la velocidad de la TEC debe darse por la capacidad para hacer los cambios que esta conlleva en términos de reconversión económica, fiscal y laboral de las comunidades y las regiones.
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