Por la crisis, alrededor de 10 millones de personas en edad de trabajar reportó esa reducción. En los hogares, la pérdida ascendería a $30 billones.
En diciembre, el 70,4% de las familias dijo que no tenía posibilidades de comprar ropa, zapatos y alimentos.
Al menos 10,1 millones de colombianos reportaron haber tenido una reducción en su actividad económica o ingresos durante la pandemia, lo que representa al menos 24,5% de la población en edad de trabajar.
Eso dice el reporte más reciente de mercado laboral publicado por el Dane, en el que desde mayo le pregunta a las personas cuáles son las principales dificultades que ha presentado por cuenta de pandemia, y de las 41,2 millones de personas en edad de trabajar, un promedio de 7,4 millones (18,1%) de colombianos respondió que no ha podido pagar sus facturas, y 6 millones (14,6%) manifestó tener problemas para conseguir alimentos o productos de limpieza durante 2020.
A eso se le suma que otras 4,6 millones de personas (11,4%) reportaron que durante el 2020 perdieron su trabajo y sus ingresos y que, incluso, la suspensión de las clases presenciales ha significado un obstáculo para más de 7 millones de ciudadanos (17,2%).
Y si se mira por sexo, los hombres son los que más reportan haber tenido una reducción de sus ingresos, con el 30,2% entre mayo y diciembre, mientras el 19,1% de ellas respondió lo mismo. Para el caso del cierre de colegios, el 18,2% de ellos dijo que eso había sido una dificultad y el 16,1% de ellas respondió lo mismo.
De hecho, en la última entrega de Pulso Social, una encuesta que empezó el departamento estadístico desde el año pasado, también se ve que la pandemia ha deteriorado las posibilidades de los hogares para ahorrar o para comprar alimentos, ropa o zapatos, entre otros.
De acuerdo con el informe, el 69,9% de los hogares no tienen la posibilidad de ahorrar, apenas el 9,3% dijo que planea salir de vacaciones en el próximo año, y el 70,4% de las familias indicaron que comparado con su situación de hace un año, en este momento no tienen la posibilidad de comprar ropa, zapatos, y alimentos, entre otros.
Los reportes del Dane coinciden con un aumento del desempleo y la caída de la actividad económica del país durante la pandemia, lo que impactó en el 2020 los bolsillos de los colombianos. Precisamente, el PIB per cápita tuvo una variación anual de -22,6% en el tercer trimestre del año, de -27,6% en el segundo trimestre y de -4,3% en el primero, lo que demuestra el golpe que está teniendo la pandemia en los hogares.
Incluso, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) hizo un análisis recientemente y señaló que la pérdida de ingresos laborales de los hogares, a noviembre, acumulaba una contracción de $29,6 billones, por lo que al cierre del año pasado ese número puede ascender a más de $30 billones, lo que podría representar una contracción que equivale a alrededor del 3% del PIB.
IMPULSAR LA DEMANDA
Con una foto en la que los hogares han perdido ingresos laborales y tienen menor poder adquisitivo en 2020, el país inició el año con varias medidas restrictivas por cuenta del aumento de los contagios, sobre todo en las principales ciudades. Eso configura, dicen los expertos, que la mayor para la generación de empleo y de reactivación tengan un ritmo menor de lo que se esperaba.
Según explica Jorge Enrique Espitia, investigador del Centro de política fiscal de la Universidad Nacional, el efecto que la pérdida de ingresos de los colombianos puede traer sobre la economía es un aumento de los niveles de pobreza, que ya venían creciendo desde 2019. “El ahorro se define como el ingreso menos el consumo. Los únicos que pueden ahorrar son aquellos que tienen un ingreso superior a su consumo básico, los cuales no son la mayoría de hogares colombianos”, alerta.
Por su parte, Maribel Castillo, directora de la carrera de economía de la Universidad Javeriana de Cali, cree que una salida para proteger los ingresos de los hogares es que “en el corto plazo se continúe con las ayudas a través de Ingreso Solidario para las familias que han perdido ingresos”, dice.
Y añadió que en el mediano plazo será clave impulsar la formación en el empleo, “para un mejor enganche de las personas que perdieron su trabajo. En el largo, se debe pensar en una reforma laboral con enfoque de género, dado que las mujeres han sido las más perjudicadas con los sectores que, a pesar del desconfinamiento, no han vuelto a los niveles prepandemia”.
Finalmente, José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, dice que los motores clave para impulsar la confianza de los hogares son el buen manejo de la pandemia, del plan de vacunación, acelerar la ejecución de los recursos que tiene el Gobierno para la pandemia y una buena política fiscal y monetaria.