El menor ritmo de crecimiento que trae la economía colombiana desde mediados del año pasado ha comenzado a notarse en otros aspectos. Por ejemplo, cientos de microempresarios de todos los sectores empiezan a sentir presión para responder por sus deudas.
Así lo deja ver María Clara Hoyos Jaramillo, presidenta de Asomicrofinanzas, gremio que representa a las entidades que financian a los microempresarios del país, tras señalar que las alarmas se encendieron una vez notaron que de un indicador de mora de cartera promedio de 5 por ciento se pasó a manejar otro cercano al 9 por ciento a finales del año pasado.
“La desaceleración del microcrédito el año pasado fue seria. El incremento en la cartera vencida y los indicadores de mora fueron muy altos; y la situación del país, bastante complicada”, precisó la directiva.
Un seguimiento de la cartera de este sector permitió detectar que hay cientos de microempresarios que, con tres créditos en igual número de entidades formales, ya comienzan a buscar un cuarto préstamo, lo que evidencia que se están endeudando más allá de su capacidad de pago.
También, que son muy frecuentes las consultas de establecimientos financieros sobre un mismo deudor en las centrales de riesgo, mientras que el ritmo de pago de las obligaciones de estos empresarios presenta saltos inusuales.
“Estas son apenas unas de las alertas que nos llevan a concluir que los empresarios están teniendo dificultades con sus obligaciones", dice la vocera gremial, quien presentará este miércoles, en el VIII Foro Nacional de Asomicrofinanzas, en Bogotá, el modelo de alertas que permitirá a la industria mitigar el riesgo de sobreendeudamiento.
De hecho, este es uno de los factores por los que 6 de cada 10 entidades financieras consultadas por el Banco de la República en su más reciente encuesta sobre la situación del microcrédito en el país dijeron que serán mucho más estrictas a la hora de otorgar nuevos préstamos a este sector en el primer trimestre del 2016.
Hoy, unos 3,5 millones de microempresarios les están debiendo a los bancos, cooperativas financieras, de ahorro y crédito, fundaciones y ONG, entre otras, más de 12,3 billones de pesos, y lo preocupante es que el monto de los préstamos colgados viene en aumento acelerado.
Solo en las entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera, el monto de los créditos atrasados se acerca a los 700.000 millones de pesos, lo que tiene el indicador de esa cartera en 6,6 por ciento, el más alto del sistema, incluso por encima del de los préstamos de consumo, que para noviembre pasado era de 4,7 por ciento, según el órgano de vigilancia y control de la banca.
La situación de endeudamiento de los microempresarios comienza a ser crítica, y en Asomicrofinanzas temen que el panorama del 2016 pueda complicar más las cosas.
“Nosotros consideramos que si la situación sigue así, el microcrédito en Colombia no aumentará en número de deudores; puede que crezca algo en monto, pero muy poco, un 2 por ciento. Estamos muy precavidos porque el tema no se ve muy fácil para el 2016”, dijo Hoyos Jaramillo.
El más reciente informe de Inclusión Financiera, elaborado por la Banca de las Oportunidades y la Superfinanciera, muestra que el microcrédito en el país solo alcanza una penetración de 1,7 por ciento en la economía, frente al 4 por ciento de los préstamos para vivienda, 13,3 por ciento del crédito de consumo y 26,7 por ciento de la cartera comercial.
Regreso al ‘gota a gota’
Para el gremio, esta difícil situación se presenta en momentos en que el país comienza a trabajar en el posconflicto, un tema en el que la industria de las microfinanzas será clave. También cuando se ha hecho una labor importante de rescate de empresarios de las garras de los llamados ‘gota a gota’.
“Cuando uno ve que los indicadores de cartera vencida empiezan a subir, comienza una gran preocupación. No tanto por el impacto que esto tenga sobre el balance de una entidad, como sí el que genera en la población de regresar al ‘gota a gota’, y los indicadores van para arriba terriblemente”, sostiene Hoyos Jaramillo.
Se estima que el 9 por ciento de los microempresarios del país acuden a los llamados agiotistas o usureros cuando necesitan liquidez para sus negocios, otro 11 por ciento recurre a familiares y amigos, señala una encuesta realizada a mediados del 2015 por la Superfinanciera y la Banca de las Oportunidades.
Estos datos resultan alarmantes si se tiene en cuenta que en Colombia el sector microempresarial está conformado por no menos de 10,4 millones de negocios, según estadísticas del Dane.
Para la vocera gremial, un porcentaje cualquiera de estas familias que se envíe al usurero es mucho más difícil de recuperar. “Por eso, les damos asesoría para que miren cuáles son los créditos que pueden tomar, a qué plazos y la forma de pago que les conviene. Buscamos rescatar a esos empresarios de las garras del ‘gota a gota’, no solo por los costos exorbitantes sino porque esto les genera inestabilidad y estrés”.
Ante el oscuro panorama que se cierne sobre este renglón en el año que comienza, el gremio hace un llamado al Gobierno y a las autoridades para que mantengan un seguimiento riguroso, en especial sobre esas entidades que se están volcando a las microfinanzas rurales y agropecuarias, para saber bien cómo se otorgan esos microcréditos.
Hoyos Jaramillo hizo, además, un llamado especial al Gobierno “para que no regale la plata (subsidios), más bien que se apoye en las entidades que apoyan a esos empresarios, porque acá se hace un seguimiento permanente a los micros, se les presta asistencia técnica, asesoría; no podemos seguir fomentando la cultura de la plata regalada”.
En cuanto a las entidades, dijo que no es saludable para el sistema que los asesores, por cumplir metas, faciliten e induzcan a los empresarios a tomar nuevos créditos cuando su capacidad de pago está al límite.
Recomendó, más bien, hacer una reestructuración de los créditos para aliviar las cargas de los empresarios y evitar que entren en mora y se les genere un reporte negativo en las centrales de riesgo.
A diciembre del 2015, 64,1 por ciento de las entidades había reestructurado parte de sus microcréditos vigentes, cifra mayor que la que se registró en la pasada encuesta del Banco de la República (51,4 por ciento).
Baja capacidad de pago
El sobreendeudamiento, la capacidad de pago de los clientes y las deudas con más de tres entidades se cuentan entre los principales factores que están llevando a las entidades a cerrarles las puertas del crédito a cientos de microempresarios.
Es lo que respondieron en la encuesta que sobre el tema adelanta el Banco de la República. En esta, el 64,1 por ciento de los consultados dijo que aumentaron las exigencias en el momento de asignar nuevos préstamos en el último trimestre del 2015, debido al deterioro de la cartera, mientras que el 61,5 por ciento lo hará en este primer trimestre del año, además por el mal historial crediticio de los empresarios.
Esa decisión se produce en medio de un incremento en el indicador de mora de la cartera de estas entidades. El porcentaje de instituciones que registraron un alza en dicho indicador pasó de 48,6 a 59,5 por ciento entre el tercer y cuarto trimestres del año pasado, según el Emisor.
http://www.eltiempo.com/economia/indicadores/alarma-por-deudas-de-microempresarios/16498721