Nada de nervios

Erich Arispe - Director de calificaciones soberanas de Fitch Reymond W. McDaniel - CEO de Moody’s Joydeep Mukherji - Director de riesgo soberano de Standard & Poor’s

El mayor déficit de cuenta corriente y el menor crecimiento de Colombia no son motivos de alarma para las agencias calificadoras, pues ven a esta economía mejor preparada para aguantar golpes.


Aunque su credibilidad estuvo en entredicho tras la explosión de la pasada crisis financiera global, las agencias calificadoras de riesgo siguen siendo el coco para muchos países, que temen sus veredictos, pues son determinantes para su reputación económica internacional.

Esto ha llevado a varios analistas a manifestar su preocupación de que la calificación de grado de inversión, que el país recuperó con mucho esfuerzo, se pueda ver afectada por el marcado deterioro de las cuentas externas registrado el año pasado, cuando el déficit de cuenta corriente alcanzó 5,2% del PIB, una cifra no vista en al menos 10 años.

Este hueco en las cuentas externas se produjo porque fue más el dinero que salió del país por operaciones de comercio exterior y por renta de factores, que el que entró. El principal culpable fue el hecho de que se importaron US$6.200 millones más de los exportados, como resultado de la caída en los precios de los principales productos que se venden al exterior, en particular petróleo y carbón. El déficit no fue mayor por la entrada de transferencias, como las remesas de los colombianos que viven fuera del país y que sumaron US$4.400 millones.

El tema es que además de ser un déficit de cuenta corriente que no se veía hace tiempo, terminó como uno de los mayores de América Latina en 2014 y el pronóstico es que mantenga esa condición en 2015.

La alarma por un cambio en la calificación se debe a que ese nivel de déficit externo resultaría equiparable a los que enfrentaban los países emergentes que hasta hace poco eran los que impulsaban el crecimiento global (Turquía, Indonesia, Suráfrica, India y Brasil), pero que hoy tienen un panorama mucho más complicado. Es más, recientemente Standar&Poor’s (S&P) le bajó la calificación a Brasil de BBB a BBB-, mientras que Fitch y Moody’s le cambiaron la perspectiva de estable a negativa, lo que da indicios de que la próxima revisión de su nota sería a la baja.

Con un colchón

Pese a estos temores, los expertos de Fitch, Moody’s y S&P dicen desde Nueva York no estar alarmados por el creciente déficit de cuenta corriente de Colombia; al menos no por ahora.

Joydeep Mukherji, director de riesgo soberano para América Latina de Standard & Poor’s, asegura que un hueco de 5% del PIB no es preocupante bajo el contexto actual de Colombia, pues hoy cuenta con un tipo de cambio flexible que permite absorber estos choques. Además, la inversión extranjera sigue llegando.

“Obvio que sufre por la caída en los precios del petróleo, pero eso ocurre en muchos países. La ventaja de Colombia es que atrae inversión a otros sectores, que ayudan a compensar la caída por el crudo y a financiar el déficit de cuenta corriente”, explica.

Según el Banco de la República, en 2014 entraron al país US$16.054 millones en inversión extranjera directa, lo que implica una disminución de menos de 1% frente al dato de 2013.

Si bien se registraron bajas de 46% en los recursos que llegan para minas y canteras y de 5% en los que van al sector petrolero, subieron los destinados a construcción (74%) y a servicios financieros (54%).

Otra ventaja de Colombia, según Mukherji, es que tiene un nivel de endeudamiento que no es alarmante y eso le da un colchón para enfrentar las tormentas internacionales. Además, tanto el Gobierno Nacional como las empresas siguen teniendo acceso a los mercados externos.

En eso coincide Erich Arispe, director de calificaciones soberanas para América Latina de Fitch, quien dice que el pasado 20 de noviembre, cuando ratificaron la calificación de Colombia en BBB con perspectiva estable, ya habían tenido en cuenta el deterioro de la cuenta corriente. “El tema no nos genera preocupación debido a la mejora relativa que ha tenido el país en sus finanzas externas, acumulando reservas internacionales, que lo convierten hoy en un acreedor externo neto”, explica y agrega que dada la alta dependencia del petróleo de Colombia, era lógico que se afectara con la caída en los precios del crudo.

Las economías con la misma calificación de Colombia tienen un déficit de cuenta corriente promedio de 2% del PIB, lo que hace lucir el del país como muy elevado, “pero con US$47.000 millones de reservas internacionales, líneas de crédito abiertas con los multilaterales y el Fondo Monetario Internacional, tienen capacidad para aguantar los choques internacionales”, indica Arispe.

Por estos motivos, los expertos no consideran que la calificación del país hoy esté amenazada.

Samar Maziad, vicepresidente de análisis en Moody’s, tiene la misma idea y piensa que una de las grandes ventajas del país, que de hecho le sirvió para recuperar el grado de inversión, es su compromiso con cumplir la regla fiscal. “Puede que la situación externa haya cambiado, con una desmejora en el sector petrolero, pero mientras el país se mantenga dentro de la regla fiscal, eso le da más resiliencia”, destaca.

¿Es sostenible?

Los tres analistas dicen no ser complacientes con lo que está sucediendo en el país, pero tampoco ven nubarrones. Admiten que lo que se debe evaluar de aquí en adelante es si el déficit será financiable, ahora que todos los indicadores muestran que el país va a crecer menos este año.

En S&P tienen un estimativo de aumento del PIB en 2015 entre 3% y 4%, en Fitch de 3,5% y en Moody’s de 3,6%, que está en línea con la desaceleración que se prevé para América Latina.

La virtud de Colombia es que tiene factores que le ayudarán a mantener un crecimiento destacado dentro de la región, como son la construcción de las vías 4G y la demanda interna.

En el frente fiscal, consideran que la reforma tributaria que se aprobó a finales del año pasado fue adecuada y están pendientes de lo que se proponga en la siguiente. “Cada año trae su afán, pero en general, el historial del país es de ser responsable en sus cuentas fiscales. Indudablemente Colombia ha mejorado”, reitera Mukherji
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