Antes de presentar su aspiración de reajuste, los trabajadores quieren escuchar al Gobierno. Definir la productividad de la economía, punto clave del debate.
Con un telón de fondo que tiene indicadores económicos y sociales positivos,
salvo el lunar de la persistente caída de la producción industrial, hoy comienza
en Bogotá la negociación del salario mínimo que regirá el año próximo.
Existe además un precedente: luego de cinco años de sequía en la concertación
del ajuste entre trabajadores, empresarios y Gobierno, el 15 de diciembre del
2011, la Comisión Tripartita acordó subir la remuneración básica en 5,8 por
ciento para el 2012, más de dos puntos por encima de la inflación de ese
año.
La llave que sirve para subir el mínimo, y en el peor de los casos
mantenerlo, es la productividad de la economía en su conjunto y particularmente
la del trabajo.
Como lo explicó el director del Observatorio del Mercado Laboral de la
Universidad Externado, Stefano Farné, “el dato de productividad sirve para
justificar o no el aumento del salario mínimo”.
Y esa cifra es la que una subcomisión técnica de la Comisión de Concertación
espera poner hoy sobre la mesa cuando se inicie la negociación, lo que se
considera un avance frente a procesos anteriores.
El fin de semana esa subcomisión examinó en detalle el cúmulo de información
aportado principalmente por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) con el
fin de calcular la productividad general.
La tarea consistió en identificar qué tanto aportaron individualmente al
crecimiento del PIB, el capital y el trabajo, explicó Alejandro Bernal,
representante de la Confederación General del Trabajo (CGT) en este grupo
técnico.
Las centrales obreras, dijo el presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez,
buscan llegar a la mesa de negociación con una propuesta unificada de reajuste
del mínimo, hoy en 566.700 pesos, acompañada de otras peticiones relacionadas
con la creación de empleo y el mantenimiento de los precios de la canasta
familiar.
El dirigente dijo que los trabajadores no presentarán su aspiración de
reajuste hoy, ya que se decidió escuchar los planteamientos del Gobierno.
La propuesta de las centrales parte de la sumatoria de la inflación observada
este año más unos puntos por productividad para que haya un verdadero avance en
la capacidad adquisitiva de los trabajadores.
Bernal señaló que los representantes de los trabajadores convinieron plantear
a la Comisión que la inflación de referencia sea la reportada por el Dane para
la población de ingresos bajos, que históricamente ha sido mayor que el promedio
general.
Inflación más productividad es también la propuesta del presidente de Anif,
Sergio Clavijo, quien hace un mes estimó que la primera sería de 3 por ciento y
la segunda, de 1,2 por ciento, lo que llevaría el aumento del mínimo a 4,2 por
ciento.
Para el director de Fedesarrollo, Leonardo Villar, el incremento solo debe
cubrir la inflación del 2012, que calcula terminará en 3 por ciento (entre enero
y octubre acumuló 2,48 por ciento).
LOS FACTORES QUE RODEAN LA DISCUSIÓN
Trabajadores, empresarios y Gobierno llegan a la mesa de concertación en
medio de unas variables económicas optimistas y de otras no tan favorables.
En el caso de los indicadores gozosos de este diciembre están el desempleo
(8,9 por ciento, la tasa más baja para cualquier mes desde enero del 2001) e
inflación en descenso.
Igualmente es favorable el crecimiento económico, que el director del DNP,
Mauricio Santa María, estima entre 4,5 y 5 por ciento.
Otros indicadores positivos tienen que ver con miles de trabajadores
formalizados y estímulos tributarios contenidos en la reforma, a la que solo le
falta el debate de las plenarias de Senado y Cámara.
Unas exportaciones que se resisten a caer pese a la situación internacional
se suman a esa lista, que será motivo de análisis en la concertación del
reajuste del mínimo para el 2013.
Los indicadores dolorosos, de otro lado, son el preocupante desempeño
industrial (en el trimestre agosto-octubre se habían perdido casi 100.000
empleos frente a igual periodo del 2011) y de la construcción (aunque con
perspectivas positivas).
Seguramente, también se revisará el fenómeno de la revaluación del peso, que
al viernes pasado acumuló 5,19 por ciento en los últimos 12 meses.
PRODUCTIVIDAD, DEBATE REGIONAL
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en una década
el número de trabajadores en América Latina y el Caribe pasó de 227 a alrededor
de 280 millones, quienes producen unos 5,8 billones de dólares.
La Unión Europea tiene unos 244 millones de personas que producen casi el
triple.
“No se trata de que en nuestra región trabajen menos, ya que a veces trabajan
incluso más horas al año, sino de que existen grandes diferencias en materia de
productividad”, dijo recientemente la directora regional de la OIT para América
Latina y el Caribe, Elizabeth Tinoco.